miércoles, 16 de octubre de 2013

Futboll, Taxis and Arabian Nights

"Intenté que se hiciera del Ahly (equipo de fútbol Egipcio), como yo, pero me dijo que el Zamalek (otro equipo de la liga) iba cada vez peor y que necesitaba a alguien que estuviera a su lado; no como el Ahly que estaba en la cumbre y no necesitaba a nadie que lo animara.
-El Zamalik es como Egipto, por eso todos tenemos que estar a su lado para detener su retroceso."
-Taxi, de Khaled Al Khamissi.

Al leer el fragmento mire al rededor (iba en el metro) y me dije para mis adentros: yo soy hincha del Cruz Azul, porque el Cruz Azul es como México.

Vale, ya sé que el día hoy me estoy agarrando del tema caliente del momento para hacer un post. La verdad es que muy seguido me pasa esto con mi equipo.

Cómo todos los méxicanos saben ( y por lo que dice el analizador de visitas de blogger, no todos los que llegan a este blog son méxianos y por eso lo repito) el Cruz Azul lleva ya muchas primaveras sin ganar, quedándose siempre entre ellos y el triunfo algo más que una ninguedad, algo tan efimero llamado gol.

Toda mi familia le va a ese equipo y aunque quizá no sea importante, el color azul es mi color favorito, por no decir que los crucifijos siempre me han gustado, más por su extraño poder contra vampiros que por su relación con la religión. Así que, realmente no le podría ir a ningún otro equipo del país. De mi país.

Porque a veces soy demasiado nacionalista. La verdad, me encanta el país, tampoco es que conozco otro, pero me gusta mucho. En especial la ciudad donde vivo. Es imposible no tener que hacer (el pretexto de no tengo dinero es solo para mariquitas que tienen miedo a la monstruosa ciudad).

Al menos para una persona como yo, la ciudad y el país son puntos de convergencia donde a diario te encuentras con personas de todos los estratos sociales, con los trabajos mas diversos, con experiencias tan fuera de lo normal que la barrera de la normalidad se vuelve poco importante. Es tan... vamos: genial.

Pero estaba hablando del cruz azul. Otra de las coincidencias que tengo con este equipo son los segundos lugares. Que yo recuerde, mi vida a estado llena de segundos lugares. En concursos, en torneos y en más de un corazón. Debo remarcar que no me agrada, pero he llegado a aceptar este puesto.

Sin embargo he llegado a notar cierta tendencia hacia los segundos lugares en México o al menos cierta resignación a quedarse con el "casi lo logramos". Cada dos años lo veo, con las olimpiadas y el mundial, o aún mas frecuentemente con las frases que escucho a menudo en el ámbito académico: "como vamos a ganarle al país x", "como vamos a ganar en el concurso y contra x escuela", etc.

 Por eso, comprendo al taxista que se rehúsa a cambiar de equipo, porque unos son quiénes necesitan apoyo y no los otros.

sábado, 12 de octubre de 2013

GIT, Laws and Democracy

Hace ya varios meses leí, no recuerdo si fue en el blog de Enrique Dans o si fue en ALT1040, probablemente ninguno de los dos, una iniciativa que en aquel momento desprecie un poco pero que el peso de los tiempos le ha ido dando más poder: usar un servicio colaborativo como GIT para legislar y manejar las leyes.

Antes de continuar, me gustaría dejar en claro mi posición sobre el trabajo de los abogados. Hace unos meses trabaje en un proyecto donde tenía contacto directo con abogados, así aprendí a tener cierto respeto por el oficio de la abogancia: saber cuando usar la definición estricta o una definición subjetiva de un concepto, según sus objetivos, para demostrar que un hecho es como les conviene. Sin moral ni nada. Simplemente puro oficio y que todo lo demás no importe.

En fin.

Para quienes no son unos nerds de la programación y la informática, es un servicio de internet para guardar proyectos de programación que estén siendo desarrollados por equipos. Una de las cosas que hace especial a este servicio, es que es gratis siempre y cuando tu proyecto sea de open sorce y dejes que alguien a quién le interese lo use o modifique. 

Es ahí donde entra el concepto de democracia, pues al poder ser editado por cualquier entidad con los mínimos conocimientos sobre como usar la plataforma, el código fuente termina siendo un consenso de aquello que la comunidad desea.

A simple vista, sería genial poder usar un servicio de versiones para crear un marco legislativo en un país. Sin embargo me ocurrió que quizá se podría usar a los usuarios de un juego masivo para crear su propio reglamento, ya saben, solo por ver que sale.

Pero se me ocurrieron una serie de dificultades técnicas que se deberían resolver para poder llevar acabo esta tarea tan difícil de hacer un país un poco mas justo.

Lo primero sería la autentificación de los usuarios que pueden modificar las leyes ¿Quiénes deberían poder modificar? ¿qué aparato de seguridad impediría el uso masivo de bots para hacer parecer que el consenso de la población es otro?

Pero supongamos que hemos creado un sistema tan perfecto que solo los buenos y responsables ciudadanos pueden realizar sus comentarios ¿eh? ¿buenos y responsables? exacto, eso es un problema. En las pasadas elecciones presidenciales se registro una participación del 60% de los ciudadanos con capacidad de votar en México, y eso que solo debían marcar con una equis un par de hojas. Ahora, si pensamos que no van a marcar con una equis sino que deben leer, entender, decidir si algo debe ser modificado y en casi positivo, generar una modificación, vaya, pues ni a quiénes pagan por hacerlo lo hacen muy a menudo.

Con esto no quiero decir que no hay personas que no quieran trabajar por cambiar algo. Pasa muy a menudo con el software libre: uno cree que por desarrollarse por una comunidad que no recibe un beneficio directo y que lo hace por amor al arte, carecen de profesionalismo. Pero ciertamente esa es una falacia. La cantidad de personas que pueda estar interesada en modificar una ley o un reglamento federal (para bien o para mal) es enorme.

Así qué ¿se puede o no se puede?

Tengo fe y soy un tonto, pues creo que sí se puede. Tengo fe porque al parecer en GIT y prácticamente todo el movimiento libre lo logro, además confió en qué el problema de los derechos y la política legislativa es muy parecido al viejo problema informático de hacer que el cliente se sienta tranquilo con lo que le estas desarrollando.

Y soy un tonto porque omito problemas mas importantes que las leyes: quienes las aplican y las razones de quienes desean cambiarlas. Pasa con twitter: de repente un partido político se da cuenta del poder que tiene twitter y unos días despues tiene contratadas a cerca de 200 personas que intentan sabotear las medidas de tendencia que usa la red social para determinar que es más "hablado".

Por el momento es todo lo que se me ocurre, espero sacar mas ideas en los próximos días y para ser sincero tengo una bici recién reparada que espera por salir a quemar el pavimento.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Cosas que debo hacer antes de morir

Hace exactamente 3 días cumplí 22 años y me puse a pensar en una lista de cosas que he decidido, de manera muy determinante, que no podría morir tranquilo sin haberlas hecho.
  • Tener una florería en la zona más gris del periférico.
  • Tener un restaurante al estilo del EBulli.
  • Tener un bar de temático de ciencia.
  • Presenciar la inauguración de unos juegos olímpicos.
  • Trasladar la casa residencial del presidente a Iztapalapa, Neza o a algún pueblo en guerrero, puebla, hidalgo, etc.
  • Casarme un paracaídas y tener mi luna de miel en un submarino.
  • Tocar la canción más triste del mundo en piano.
  • Construir juguetes.
  • Ser un padre genial.
  • Filmar al menos 5 películas.
  • Aprender a bailar.
  • Tener un campo de cultivo.
  • Ser maestro.
  • Ver el sol de medianoche.
  • Plantar árboles en medio de la calle.
  • Tener una vajilla de la dinastía Ming que pueda romper en alguna pelea.
  • Hacer mi propio tablero de ajedrez.
  • Hacer un vídeo Stop Motion con la cámara de un celular.
  • Dibujar comics y monerías.
  • Escalar montañas.
  • Dominar la técnica del nado de mariposa.
  • Vestir una gabardina.
  • Correr un maratón.
  • Terminar un triatlón.
  • Escribir teatro.
  • Montar teatro.
  • Escribir cuentos.
  • Escribir una novela de auto superación para venderla como sátira social y volverme millonario.
  • Aprender a cantar.
  • Cumplir 100 años de vida... vivo.
  • Contarles a mis hijos/nietos como conocí a su mamá/abuela.
  • Construir mi propia casa, con mis propias manos.
  • Tomar café caliente sobre un iceberg.
  • Impedir que los osos pandas se extingan y sean una especie de toda manera fuera de peligro de extinción.
  • Comer carne de oso panda.
  • Trabajar por un tiempo para un laboratorio químico/biológico.
  • Cruzar de sur a norte Australia.
  • Vivir de mis propias ideas.
  • Rentarme para soñar.
  • Darle un golpe a Joss Wheadon.
Seguramente la lista irá creciendo, pero por hoy, por ahora, esto es todo lo que tengo que decir.

martes, 16 de julio de 2013

Fruits Jokes

Hoy me encuentro con mucho sueño. Igual que ayer, igual que la semana pasada. Igual que casi toda mi vida. Tengo hambre y siento el estómago vacío. No importa cuanta comida o bebida ingiera, no puedo saciar mi hambre. Jugar con mis legos, dibujar o casi cualquier cosa me logra distraer ¿alguna vez les he contado la historia de cómo empecé a leer y a escuchar música siempre que tengo oportunidad? Es por la cabeza, me duele demasiado pensar, me obsesiono con un dato, con una figura o una geometría, la veo, la deshago en mi cabeza, la exploto la convierto, la mutilo, la dejo poseerme... y solo no puedo ir más lejos.

Leer y escuchar música (siempre al mismo tiempo y rara vez solos) me distraen de concentrarme en alguna cosa.

Una ex novia se percató de esto, al menos de manera parcial. Resulta que al ir caminando por el parque o por cualquier lugar, notó que siempre volteaba a los lados cuando una persona pasaba, o que en las peleas podía detenerme a media discusión para contar alguna historia o curiosidad de algún tipo de roca. No lo puedo evitar, lo lamento, pero no ser disperso significa altas dosis de dolor en mi cráneo y no estoy dispuesto a cambiar eso por nada del mundo.

Acabo de recordar la siguiente escena, extraída del baúl de las nostalgias. Me encontraba en la cocina de la ya mencionada ex novia, enseñándole a preparar arroz mientras platicábamos sobre cierta persona muy popular entre nuestro circuló politécnico de bohemios (es decir, chicos del taller de teatro, para no ir más lejos). Debe ser algo ambiental, pero esa persona solo no me cae bien y en ese momento, de la manera más infantil que pude haber hecho y con el único objetivo de poder diferenciarme de alguien a quien no me gustaría parecerme, tome la decisión de contar un chiste.

No cualquier chiste, uno original, uno que nunca nadie haya contado ni vuelva a contar. La idea me enamoro (no tanto como lo estaba de aquella chica, pero ya verán porqué). Busqué por la habitación y recordé esa escena de Pulp Fiction, cuando Mia Wallace le dice a Vincent Vega que alguna vez había actuado para la televisión y le contaba al buen John Travolta un muy mal chiste...

-¿Sabes que le dijo un jitomate a una lechuga?- pregunte
-¿Qué? no, no lo sé.
-Eres muy verde y plana.
-…

Más que Pulp Fiction, la inspiración vino de las verduras que tenía en mis manos. Después de todo ¿qué sería más absurdo y tonto que un dialogo entre verduras? Ella nunca rio de esos chistes, por mucho tiempo fue la única a quién se los contaba pero nunca reía de ellos, finalmete eso me llevo a expandir el mercado de las frutas a nuevas opiniones y creo que fueron bien recibidos por el mundo, en gran parte gracias a ella que hizo buscar mejorar esos chistes (lo acepto, eran muy malos, ahora solo son lo suficientemente malos).

Por cierto ¿sabes que le dijo una pera a una guayaba rosa?

miércoles, 10 de julio de 2013

New times! Romans!

Termine relaciones con mi antiguo empleo. No me satisfacía, no me ofrecía retos, ni crecimiento, ni flexibilidad con la escuela y lo digo en serio, cualquiera de estas cosas me hubiera bastado de pretexto para quedarme a trabajar ahí.

Por suerte y pese a "la situación" (forma en que todo mundo le llama a nuestras a simple vista permanentes condiciones de estar jodidos) encontré un nuevo trabajo que me ofrece retos, crecimiento y flexibilidad.

En realidad, ya me había hecho a la idea de estar todo un semestre sin trabajo. Sonaba bien, pero como dicen, si la vida te da limones...

Hace muchos años, en el viejo blog confesé tener el síndrome del mecánico: me cuesta mucho desprenderme de las cosas. Demasiado. Sin embargo, sé que hice lo correcto porqué en está ocasión no me costo trabajo decir adiós.

Pero ¿saben una cosa? aún tengo miedo porque, por primera vez desde hace mucho, tengo bien claro lo que quiero hacer con mi vida y hasta tengo un plan, pero temo al fracaso o mejor dicho, me tengo miedo a mi mismo, a lo a veces horrible persona que soy.

Solo queda seguir adelante, con la cabeza viendo hacia el piso y el horizonte. recordando las cosas solo por detrás de la cabeza y caminando lento, paso a paso.

jueves, 27 de junio de 2013

Una discución sobre inteligencia artificial, modelos agentes, algoritmos genéticos y problemas sociales

El otro día en clase de inglés discutimos la siguiente situación: una multinacional petrolera ha descubierto reservas de petróleo en reservas indígenas de cierto país del norte y desea a toda costa hacerse con esas tierras para poder explotar los recursos del lugar. Sin embargo, para hacer esto de manera legal deben convencer a las tribus de indígenas que ahí viven y no dejar que el peso político de cierta organización pro-naturaleza los intimide.

La discusión fue muy amena, argumentos por aquí y por allá. Los indígenas deseaban escuelas y empleos que la compañía le deseaba dar a cambio, la organización no deseaba que una malvada multinacional entrara a violar una zona ecológica protegida.

Por otro lado, en algunas de estas reservas, estos indígenas habían comenzado a producir drogas o construir casinos, que en cualquier otro lugar serían ilegales; a su vez, la multinacional es responsable de por lo menos cuatro accidentes y catástrofes ecológicas, de las que una y otra vez se lavó las manos; y a la organización verde le han donado 50 millones de dólares para poder resolver este conflicto, pero posee una bien ganada reputación de ser extremadamente radicales.

Esta discusión me llevo a pensar sobre algo que leí sobre los agentes programables en el estupendo y clásico libro “Inteligencia Artificial, un enfoque moderno”. Vale, mientras duraba la plática de mi clase yo veía a tres agentes que intentaban completar ciertos objetivos: producir dinero, impedir daños ecológicos y conseguir empleos, educación e integración social. Cada uno de estos agentes buscaba una manera de convencer a los otros para conquistar la meta que tiene planteada.

En aquel momento yo era miembro del grupo de los chicos ecológicos así que mi objetivo era impedir que los chicos petroleros acabaran con el ecosistema de las reservas. “Bueno” pensé, “tengo varias opciones, por un lado, la causa que persigo es del todo justa, desinteresada y moralmente superior… pero eso a los chicos petroleros no les importa, así que también puedo amarrarme a los arboles e impedir su paso, aunque eso no serviría de nada porque quizá los indígenas me saquen a golpes porque decidieron  vender su tierra”.

En fin, hay un mundo de posibilidades… pero, pensé, siendo que se trata de un problema de optimización y tenemos cierta variedad de opciones, quizá pensarlo como un algoritmo genético pudiera ser más eficiente. Me explico.

Cada agente tiene una propuesta que muestra a los otros dos agentes, y estos evalúan (función de fitness o adaptación, usando el argot de los algoritmos genéticos) cada una de las propuestas para decidir si aceptan una u otra propuesta (podría decirse que esto es una selección) y a la ves extienden ciertas recomendaciones para cada propuesta (a esto le llamaré radiación, por no tener una mejor palabra para describir a una idea que tiene probabilidades de producir un cambión en el código genético).

Una vez terminado este proceso, cada agente decide que propuestas deben retirar y cuales solo deben cambiar (selección). Finalmente, cada agente decide qué cambios deberán realizarse sobre su código genético (mutación) o si aceptan las modificaciones propuestas (cruzamiento). Lo siguiente es iterar por los siglos de los siglos hasta que alguien se canse o muera, lo mismo que podría decirse de cualquier plática babilónica.



Bueno, en mi vida diaria juego a ser programador y en mis fantasías a que sé algo sobre IA, así que creo que este proceso se puede optimizar para no llegar a un loop infinito.

Para empezar, me parece que los tres agentes deberían considerarse como un solo agente cuyo objetivo a optimizar es una mezcla de los objetivos de los otros agentes. En segundo lugar, cada propuesta de los antiguos agentes debería ser mutada para optimizar (o complacer) los nuevos objetivos principales ¿qué es una calumnia que unos se ayuden a otros? Bueno, quizá, pero en este momento trato de pensar que las personas involucradas actúan de la manera racional, y que uno de sus objetivos principales siempre es llegar a una conclusión lo más pronto posible.

Pero queda una pregunta: ¿cómo? Pues usando un operador de “Cruzamiento” modificado. Lo pensé con una de las propuestas que se dieron ese día. Para tratar de ser un poco más claro, propongo la siguiente forma de presentar el siguiente formato para los argumentos:

  1. El ex-agente “petrolero” desea: “producir dinero”, para conseguirlo:
  2. El ex-agente “petróleo” propone: “industria del petróleo”, escucha:
  3. El ex-agente “chico verde” se niega porque desea: “respeto por la naturaleza”.
  4. El ex-agente “petróleo” muta su propuesta y propone: “industria del petróleo respetuosa con la naturaleza”.
  5. El ex-agente “chico verde” pide una mayor mutación.
Hasta este punto llegamos en clase. Pero ¿qué habría pasado de haber continuado? No lo sé, pero considero que comenzar a mezclar las propuestas podría acelerar la conversación un poco. Por ejemplo:

  1. El ex-agente “petrolero” desea: “producir dinero”, para conseguirlo:
  2. El ex-agente “petrolero” propone: “industria respetuosa con la naturaleza”.
Es en realidad casi lo mismo si consideramos que el cruzamiento cambia de manera azarosa cada gen de ese código genético, considerando al código como un enunciado completo y cada palabra como un gen (“industria”, “del”, “petróleo” cruzado con “respeto”, “por”, “la”, “naturaleza” podría cambiar a “Industria del respetuosa” o a algún enunciado con menos sentido, como puede ser “industria del petróleo respetuoso” o “respeto por la industria”).

En fin, a lo que quiero llegar, es que cada viejo código puede ser tratado como una vía de optimizar los objetivos de los diferentes agentes y mezclarlos en el caso de considerar al grupo como un solo agente que busca optimizar los objetivos de cada uno de los agentes. Supongo que en las teorías de administración a esto se le llama Win Win, la verdad no lo sé.

El verdadero problema es que, en el mundo real las personas no siempre toman las decisiones más óptimas, por no decir que en muchos casos los objetivos de los agentes son totalmente contrarios, lo que no pasa en este ejemplo, donde se halló una situación de cooperación o simbiosis de una manera bastante directa.

domingo, 23 de junio de 2013

Is not too late for speak about my thesis

I

Suelo llegar tarde a todos lados, pero me conozco y sé que el patrón de estos retardos es mi casa: nunca puedo salir a tiempo de mi casa, o mejor dicho, de mi habitación. Se ha convertido en un hábito muy desagradable, sobre todo para las personas con quienes suelo convivir.

La raíz de este hábito es más bien reciente, de cuando me mude a mi actual casa hace ya 6 años. Esta casa para mí, al principio significo muchas cosas, un cambio total de ambiente y de situación (viví solo por 6 o 7 meses, luego durante un año solo con mi hermano y después llego mi madre).

Veo a esta cosa como una zona de seguridad y demasiado confort. Ya sabes, ese lugar donde nada malo te puede suceder y te puedes quedar para siempre sin que nada malo pase. Sin embargo, me parece demasiado excitante salir al mundo exterior, ponerme en riesgo, caminar por las calles acompañado únicamente por la noche, conocer gente nueva, crear cosas nuevas, etc.

Pero mi hogar se ha convertido en un antónimo de correr riesgos. No lo sé, solo no me siento cómodo estando aquí y aun así, aquí estoy, este domingo lluvioso rodeado de chocolate amargo, café y golosinas, escribiendo una pequeña confesión.

II
Me gustaría hablar sobre mi trabajo terminal. Realmente nunca he hablado de él por aquí y creo que vale la pena hacerlo, pues fue un proyecto del que tengo sentimientos muy encontrados.

Primero que nada, va el título, se llamó TT 2012-A011: “Entrenamiento Virtual de intervenciones quirúrgicas, utilizando sensores kinect, con percepción de sensaciones físicas”. No saben cuánto me gusto el nombre… aunque nunca he logrado memorizar el nombre, me encanta por ser tan largo y decir absolutamente nada.

En mi opinión fue difícil hacerlo por tres razones:

Mi equipo (no me agrada decir “mi” porque el equipo no es mío, más bien, el equipo al que pertenecí) no teníamos ni una pizca de nociones de medicina, menos aún de cirugía.

La poca fe que se tiene en los proyectos ambiciosos e interdisciplinarios o  “no la van a terminar porque alguien en un país primermundista lo intento y fracaso”, “no tienen los conocimientos ni el tiempo para hacerla” y cosas por el estilo, las oímos y más de una vez nosotros mismos las pronunciamos.

El efecto “es solo un pinche proyecto de titulación, se la mamaron demasiado, son demasiados, etc”. En mi opinión ese tipo de cosas las dicen los mediocres. Punto.

Al final, quede satisfecho con lo conseguido, claro que el proyecto tiene sus detalles y bastantes errores, pues el tiempo no nos permitió hacer las rigurosas pruebas que este tipo de sistemas necesitan, pero sigue siendo un proyecto en pie y listo para seguir adelante.

Como dije, hacen falta detalles (como la adquisición de una licencia de uso comercial de Unity3D), pruebas con estudiantes o doctores de a devis, corregir muchos bugs, optimizar muchos algoritmos, perfeccionar modelos 3D, mejorar el guante Kimochi, buscar compradores, conseguir fondos para vender, etc.

domingo, 16 de junio de 2013

This isn't one of these specials days

La última vez que publique en este blog fue hace un mes con diez y seis días. No lo he olvidado, lo juro por lo poco que me puedo tener de sincero en internet, pero mi trabajo terminal me tuvo saturado.

Bueno, en un mes y medio pasan muchas cosas, cosas importantes y cosas tan irrelevantes que vale plasmarlas en la eterna combinación de papel y estados magnéticos.

Hoy es uno de esos domingos tan comunes en México o al menos en mi vida. Domingo de ir a correr con mamá, desayunar jugo de naranja y yogurth. Llegar a casa para ver perder en futbol al equipo en turno, que esta vez para mayor desgracia fue la misma selección nacional. Salir con mi hermano a dar un paseo, aunque esto no sea lo más común del mundo. Beber un par de tazas de café mientras alguien cuenta varios chistes. Felicitar a mi abuelo por seguir tan feliz.

Lo único que no hace a este domingo tan común, es la fecha que celebramos: el día del padre. Google lo festejo poniendo a Mr. T en su doodle. Yo lo festejo como cualquier otro domingo del año. Me gusta imaginar que algún día lo festejare o mejor aún: me festejaran en este día.

Hace rato, justo mientras dormitaba después del desayuno y masajeaba mis piernas (disculpen ustedes, pero hoy logre correr 10km por vez primera en dos años, un gran logro personal), pensaba en cómo reaccionaría ante mi padre, en como reaccionaria.

¿Acaso le gritaría? ¿Lloraría? ¿Esperaría petrificado a que me dirigiera la palabra? ¿Correría a abrazarlo como el chiquillo temeroso que temo ser? Pero, ¿él como reaccionaría? Ciertamente no lo sé, me da miedo imaginarlo, me da un poco de miedo imaginar su rechazo aunque probablemente sería lo más natural teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado y las múltiples oportunidades que decidió no darnos a mi hermano y a mí… pero ¿debo estar tan enojado como lo estoy ahora? ¿Es justo juzgar a alguien que no conozco y cuyos motivos solo alcanzo a comprender por las anécdotas llenas de recelo de las personas que dejo tras de sí?

Bajo la cabeza y dejo escapar un desaliento cobijado de la humedad de mis ojos. Ese tic tan mío y tan personal me obliga a humedecer mi labio superior con la lengua, luego el inferior y posteriormente a morder mis labios y me quedo callado, viendo como el párrafo dejo de avanzar.

Pero, cómo nos dijo Hamlet una vez:

Ser o no ser: todo el problema es ése.
¿Qué es más noble al espíritu: sufrir
golpes y dardos de la airada suerte,
o tomar armas contra un mar de angustias
y darles fin a todas combatiéndolas?
Morir..., dormir; no más y con un sueño
saber que dimos fin a las congojas,
y a los mil sobresaltos naturales
que componen la herencia de la carne,
consumación es ésta que con ruegos
se puede desear. Morir, dormir,
¡Dormir! ¡Tal vez soñar! ¡He ahí el obstáculo!
Porque el pensar en qué sueños podrían
llegar en ese sueño de la muerte,
cuando ya nos hayamos desprendido
de este estorbo mortal de nuestro cuerpo,
nos ha de contener. Ese respeto
larga existencia presta al infortunio.
pero ¿quién soportará los azotes,
los escarnios del mundo, la injusticia
del opresor, la afrenta del soberbio,
del amor desairado las angustias,
las duras dilaciones de las leyes,
la insolencia del cargo y los desprecios
que el pacienzudo mérito recibe
del hombre indigno, cuando por sí solo
podría procurarse su descanso
con un simple estilete? ¿Quién querría,
llevar cargas, gemir y trasudar
bajo una vida por demás tediosa,
sin el temor de algo tras la muerte
(esa ignota región cuyos confines
no vuelve a traspasar viajero alguno)
que nuestra voluntad deja perpleja
y antes nos hace soportar los males
que ya tenemos, que volar a otros
que nos son, en verdad, desconocidos?
Así, de todos hace la conciencia
unos cobardes, y el matiz primero
de la resolución, así desmaya
bajo el pálido tinte de la idea;
y las empresas de vigor y empeño,
por esta sola consideración
tuercen el curso inopinadamente
y dejan de tener nombre de acción.

Monólogo de Hamlet, Acto 3 Escena 4. William Shakespeare (Tomado de Aqui)


Mi respuesta es la de siempre y ahora continuó escribiendo.

jueves, 2 de mayo de 2013

Two Dreams

Tuve un sueño. Fue un sueño raro, de esos que sé que debo intentar seguir al pie con de la letra ¿les ha pasado? tan reales y tan apegados a la realidad, que es difícil admitir que fueron sueños y das gracias porque hayan sido solo sueños y no pesadillas, pues temes no despertar de ellos.

Le temo a mis sueños ¿pueden creerlo? cuando niño solía tener varias pesadillas que me revelaban pedazos de mi personalidad, pedazos que me desagradan. pedazos que he tenido que aceptar, pedazos que he tenido que perdonar y pocos, no, mucho menos que pocos, qué he podido modificar.

Pero no fue un sueño. Fueron varios. Fueron varios.

En uno de ellos me encontraba en una encrucijada llamada San Lázaro, decidiendo entre tres pocibles destinos. Elegí bien en el sueño, elegí mal en la vida real. Me arrepiento pues creo que las decisiones correctas lo fueron porque se tomaron en el momento indicado.

Lo lamento porque creo en la irreversibilidad, creo en no poder volver a un estado cero pero también creo en el glorioso poder de la improbabilidad.

Pero como dije, hubo otro sueño relacionado con mi tesis:

Estaba dentro de una muy conocida cueva donde me encontraba frente a un hombre con la justa cantidad de sangre en su cuerpo como para hacer de su vida un infierno: sus labios abiertos y sujetados con pinzas dejaban ver un agujero habilmente abierto desde el paladar hasta el cráneo, pasando por sus fosas nasales y con todo lujo de fluídos corporales. Su torax estaba abierto y sus arterias clampeadas hacía el interior de la cueva. La pared de la cueva era de cuerpos carbonizados.

La pregunta era ¿qué hacía yo ahí? ah, claro, mi trabajo era impedir que el tipo muriera hasta que él hubiera producido la suficiente cantidad de adrenalina como para matar a un rinoseronte ¿eso se puede? no lo sé.

Desde entonces procuro no comer carne roja, me parece asqueroso.

lunes, 29 de abril de 2013

Sobre la Entropía

Estos son los últimos momentos que tengo para disfrutar el ojo del huracán en qué me encuentro. A dos semanas del hacer mi presentación de Trabajo Terminal, mejor conocido por la industria de la educación como examen profesional, he tenido apenas tiempo para escribir cosas que no sean parte de la documentación ha entregar.

Una de esas cosas es el siguiente poema. Me gustaría decir que es el primero que escribo en meses y que si sumará todos los que he escritos en los últimos dos años, me sobrarían dedos en una mano. Así pues, les dejo a su consideración leerlo. Es "Sobre la Entropía":

¿Es mas profunda la noche?
Mas honda que tus ojos
mas fría que tu corazón
mas humanizada que el sol.

Porque en la noche te veo
me distraigo y dejo de divagar
me concentro en un recuerdo
y lamento no saber:

si en la noche lloverá,
si algún día renaceré,
¿cuando la noche gana a la luz?
¿cuando la pesadilla se vuelve real?

Y te quiero ver
para no verte más.
Y quiero predecirlo
para no vivirlo.

Pero ¡Noche tan depravada!
No me digas más.


lunes, 8 de abril de 2013

La Ciencia y yo





Luego de tres semanas de vacaciones, decidí reiniciar esto de escribir.

No fueron exactamente vacaciones pues estuve trabajando todos los días, con excepción de dos que use para ir a acampar y distraer mi mente un rato.

Pero no quiero hablar de eso. Hoy quisiera hablar de algo más serio e importante en mí vida: la ciencia.

Mi historia con la ciencia comenzó el día que vi Volver Al Futuro. Desde ese día, fui fan e idolatre al doctor Emmett Brown. Debajo de mi cama tengo un dibujo muy fiel del condensador de flujo que elabore a los 5 años.

Emmett Brown fue el primero de una larga lista de científicos de fantasía a los que admiro: Beakman, Dexter, Spock, Dr. Manhattan, Dr. Henry Pym, el Profesor Hubert Farnsworth, Q y un largo etcétera. El último científico de ficción que me atrapo fue el oscuro Walter Bishop.

Y por supuesto no puedo dejar a los científicos que realmente existieron: Leonardo Da Vinci (si, lo considero científico), Nicola Tesla, Alan Turing, Geor Cantor, Charles Darwin Darwin, Karl Gauss, Erwin Schrodinger, James Maxwell, Vonn Newman, Dmitri Mendeléiev,  Ferrán Adriá (¡porque la cocina es la más deliciosa de las ciencias!), Noam Chomsky, David Hilbert y Henri Poincaré (y los pongo juntos solo para molestar), Kurt Gödel, Richard Dawkins, Daniel Dennet, Richard Feyman, Enrico Fermi, Roger Penrose, Stephen Wolfram (que su apellido merece una seña distintiva), y me faltarían muchos otros para dar la lista completa.

La ciencia me ha guardado muchas sorpresas, buenas y malas, pero casi siempre son golpes de humildad.

Solo un breve paseo por el mundo de “lo científico” puede hacerte cambiar tu concepción del mundo (por ejemplo el Monty Hall Problem) y darte cuenta de qué la concepción que tienes del mundo puede no ser la más acertada.

Es esta nueva visión lo que me atrae tanto de la ciencia: te pide para después obligarte a ver las cosas de manera distinta, a juzgar tu lenguaje (nótese que en mi anterior lista puse a varios actores principales de la crisis de los fundamentos matemáticos) y a buscar cierta obsesiva fundamentación para actuar.

Pero bueno, soy estudiante de ingeniería y programador: y quiero dedicarme a aprender modelos científicos y hallarles alguna clase de aplicación en el mundo real. De hecho, esa fue una de las principales razones por las que elegí esta carrera. En cierto modo me permite estar en el centro del mundo, aprendiendo pequeñas lecciones de la vida que quizá algún día pueda convertir en cosas útiles.


domingo, 17 de marzo de 2013

Say "I Love You" is a horrible mistake


Decir “Te amo” es un error. Es una palabra difícil o mejor dicho es un reality check: una bofetada de realidad que poco a poco se asoma, un buen resumen del mundo en qué vivimos. Vaya, es una muestra de lo que debemos tolerar y aceptar del mundo.

Quiero decir esto: hay personas que creen que tener sexo es amar. Otras, dicen esas palabras como una reacción reflejo de hallarse en una situación que pueda ser minimamente relacionada con alguna película, novela, etc.

Me alegro mucho por esas personas, al menos tienen una definición para la palabra “amor” y el valor de transformar ese sueño en un “te amo”. Yo no puedo, quisiera poder decir que nunca he podido pero no es así. Tenía una definición propia de eso. La perdí, aunque quisiera poder decir, libre de toda duda, que en lugar de perderla re definí con una realidad que tuve la gran oportunidad de haber vivido.

Esa realidad fue enfrentarme a dos definiciones muy diferentes de amar.

Quisiera entender el mecanismo no determinista que provoca poca conexión entre los departamentos del lenguaje hablado y escrito y el de las acciones. Ambos están en nuestra cabeza, relativamente cerca (lo digo porque apuesto que si pudiéramos medir la distancia discreta del grafo de conexiones, estarían sumamente alejadas las neuronas de uno y otro departamento).

No lo sé, ahora mismo tengo un trauma con las gentes que hablan demasiado y poseen tendencias de políticos y abogados. Como dicen por ahí “la política es la ciencia de tomar un mal argumento y convertirlo en un argumento majestuoso” y el clásico de la abogacía “tomar un argumento y hacerlo ver tan verdadero que nadie deba investigar la verdad”.

Estoy divagando mucho. Hablo de una persona en especial a quien le agradezco haberme mostrado lo gacho de las gentes: son mentirosas, son poco confiables, son criticonas, te decepcionan, nunca valoran tu trabajo, etc.

Herman Hesse decía algo muy cierto: odiamos de las personas lo que odiamos de nosotros mismos. Vale, no me voy a engañar, también soy así, también doy asco y odio eso. Odio muchas cosas que hay en mí. No tengo consuelo: la mayoría de las cosas, buenas o malas, las provoque yo, pero tampoco me voy a hundir en mi puta cama para huir de esas cosas ni tampoco saldré a presumirlas al mundo… bueno, no siempre, hay cosas que ameritan eso.

Cómo les decía, decir “Te amo” es un error. No siempre, hay personas que encontrarán la pintura de su definición de amor proyectada en alguna persona. Pero actualmente poseo cierta certidumbre al respecto: para los que perdimos o mutamos o solo no tenemos en claro una definición de la muerte hecha frase, decir “Te amo” es un error, uno muy egoísta y estúpido, porque casi no importará la situación, solo puedes estar seguro de que alguien estará terriblemente lastimado. Si puedes vivir con eso te admiro, yo no puedo, y no poder me ha hecho cometer grande y miserables errores.

lunes, 11 de marzo de 2013

El Pais de Ayer

Si prescindimos del sistema arábico, sesenta mil parece poco. ¿Y si agregamos sesenta mil muertos a fuego cruzado, más los que no conocemos, menos los que no era de por aquí, todo multiplicado por la cantidad de hermanos, padres, hijos y un largo etcétera? Sigue sin convertirse en un gran número.

En realidad somos unos ciento diez millones de almas, menos sesenta mil, llegamos a alrededor de unos ciento nueve millones novecientos cuarenta mil, más los que vienen, menos los que se fueron paz, más los amigos que vienen de lejos. Seguimos siendo más los vivos.

Hace cuarenta y cinco años ¿cayeron mil? ¿Dos mil? Tres años más tarde ¿otros mil? Más los desaparecidos, menos los que se fueron a voluntad, menos los que nunca más salieron de casa. Pero seguimos y seguiremos vivos.

Hace quinientos años si qué cayeron ¿Cuántos? ¿Tres millones? Trecientos años más tarde, tal vez fueron cinco millones, más otros tantos millones que se fueron de a poco.

Pero, recorro la ciudad de los palacios de cristal. Ya solo hay obsidiana.

Aunque somos más, quienes no están, ellos se ven mejor. Sus susurros ya no vienen por la noche, se asoman por televisión, se asoman en las letras de canciones viejas y novelas apolilladas.

Pero recuerdo a mi abuelo.

Mi abuelo aún vive, sin cadera, con menos de los tal vez trecientos huesos que debería tener y más dolor del que merece. Pero aún sonríe, aún me da consejos y aún tiene tiempo para pedirme cuidado y exigirme valor ante la vida. Cuando le pregunto por los muertos me responde: “Cuando vengan, cuídalos. Cuando los necesites, recuérdalos”.

Aún sin tierra que trabajar, él trabajo muchos años, cuando otros fallecieron él continuó. Incluso, cuando una pared se le cayó encima, diez tortillas más un pulque lo hicieron levantar su pared y terminar su casa, la misma casa que seguirá ahí cuando recordar sus palabras no baste para estar con él.

jueves, 7 de marzo de 2013

Neural Oblivion

El otro día me imagine una historia sobre una droga que borraba las asociaciones neuronales.

Al principio, el Oblivion-50 no tenía aplicaciones fuera de los campos de concentración, donde en dosis pequeñas resultaba un castigo y una amenaza latente para cualquier individuo que conociera sus permanentes efectos.

Así pues, me imagine a un hombre en posición fetal. Su nombre se había ido y el lenguaje comenzaba a irse también. Era una escena que comenzaba a volverse sepia.

Al ver el catre donde esta recostado, comienza a derretirse como si una goma con la dureza de un crayón lo estuviera eliminando de la faz. Los Dos y los Res que salen de una radio se trasforman en meros zumbidos, piensa en cerrar los ojos y taparse los oídos pero las palabras ojo y oído ahora carecen de sentido, sin embargo el instinto que adquirió tras el accidente automovilístico donde murió su madre cuando era apenas un niño aún es tan fuerte como para obligarlo a cerrar los ojos y tapar sus oídos justo antes de olvidar la existencia de toda madre, de toda infancia y de todo carro.

Grita con toda su fuerza pero olvida como tensar el diafragma. Cierra la boca solo para dar un último sorbo de saliva antes de percatarse que no sabía si era bueno o era malo que la saliva estuviera ahí.

La temperatura aumenta intencionalmente hasta los treinta y ocho punto cinco grados centígrados. Patalea cada vez con menos precisión. Sonríe. Llora. Sonríe. Llora. Tiene hambre. Llora. Sonreír carece de sentido y propósito. Llora. Llora. Tiene mucha hambre y su entre pierna apesta a excremento.

Se recuesta en posición fetal. Al poco rato, un hombre entra a la celda y coloca una cobija mojada sobre él.

Durante dos días un conserje le limpia los residuos orgánicos. La habitación es enfriada a dieciocho grados centígrados. Dos hombres entran a esa burla de útero y lo cargan hasta la pared donde es sujetado firmemente y una maquina lo alimenta. Justo debajo hay una coladera que drena el agua usada para bañarlo. Al frente hay una pantalla encendida a perpetuidad con personas conversando sobre comida, trabajo y todas esas cosas que próximamente tendrán un significado muy parecido al que en un pasado tuvieron, con pequeñas e institucionales diferencias.

Ya no tendrá esposa ni madre. Pero sí hijos y hermanos. Carecerá de moral religiosa porque será introducido en una ciudad donde ser religioso es poco menos que ser suicida y su instinto de sobrevivencia le pedirá que también odie a los religiosos.

Aunque el Oblivion-50 distaba de ser tan perfecta como para eliminar todos los recuerdos, al menos dejaba solo aquellos que no eran peligrosos.

Años después el Oblivion-50 fue mejorado al Oblivion-R, una droga socialmente aceptada y con una amplia distribución entre intelectuales deseos de aprender nuevos idiomas, bajo el viejo argumento de “olvida algo para aprender algo”.

Nunca fue pensada como una droga de uso recreativo, pero a muchas personas no les importó el costo de los recuerdos que implicaba su uso, pues decían “somos libres de arrojar al basurero un recuerdo que me duele” sin nunca poder recordar si solo los malos recuerdos se habían ido.

miércoles, 6 de marzo de 2013

One Week in a Nutshell


Ha pasado ya bastante tiempo desde la última publicación. En mi defensa diré “no deje de escribir y tengo varios borradores no cuajados”, aunque realmente no tuve tiempo para revisar otras ideas que tenía en mente. Pero aquí estoy, intentando escribir sobre una semana en la vida.

Toda esta odisea comenzó con mi bicicleta arreglada y una fiesta de cumpleaños. Por esas fechas (hace exactos 9 días) me encontraba triste porque alguien a quien quiero mucho me había pedido de la manera menos amable (es decir, no me lo pidió, paso varios días con indirectas y malos tratos hasta que finalmente descifre sus oscuros deseos) abandonar todo intento por mantener contacto con ella ¿Parezco un acosador? Sí tal vez, pero este no fue el caso. Sin más remedio, accedí a la petición.

Como les decía, me encontraba triste, había una fiesta y una bicicleta con menos de 10km de uso, entonces decidí partir en plan aventurero a repartir pedaleos  desde Ecatepec hasta Reforma. La ruta que google maps me planteo fue de 21 kilómetros, que a unos 15 kilómetros por hora, se debería hacer más o menos una hora y veinte minutos, sin embargo termine el trayecto en una hora con cuarenta minutos.

Salí más o menos a la una con quince, a pleno sol y con medio litro de agua. Termine cansado y sudado pero sin sueño, bastante fresco y motivado por haber cumplido un reto personal que había puesto desde hace varios años. Además, al fin pude tomar el sol: mi piel ahora tiene un saludable color piloncillo (mi color natural de piel) en lugar de un enfermizo gris rata.

Pensando en mi protección personal (no tengo casco, ni luces y mi ropa no es exactamente llamativa en la noche) ese día preferí dejar mi bici en la casa donde me encontraba, así el día siguiente podía volver por ella y visitar Museo Nacional de Arte (de mis museos favoritos… aunque no soy muy letrado en el lenguaje pictórico disfruto mucho viendo los colores) y a la feria del libro en el palacio de minería.

No me sentía adolorido, pero si hondamente fatigado. Al parecer la cantidad de vitaminas y electrolitos que liberas al mundo a través del sudor es bastante alta, entonces tuve que modificar la dieta semanal a mas proteínas y frutas para compensar el esfuerzo (si salió en Breaking Bad, entonces debe ser cierto).

No fui a correr en la semana, pero el martes (no fui a trabajar porque tenía que estar temprano una en la escuela) tome una gran decisión: ir a la escuela en bici, descansar todo el día y luego ir a la salida nocturna en bicicleta que organizo el bosque de Aragón.

No sé muy bien cuantos fueron en total, pero calculo unos 60 kilómetros. Victor un ciclista entusiasta me dijo casi 10 minutos después de conocernos  en la rodada nocturna (por cierto, la luna en medio del bosque a oscuras resultó una delicia) que no se debe hacer tanto esfuerzo sin estar acostumbrado a la usar la bicicleta, ni andar por ahí sin casco, ni luces y sin haber tomado clases de ciclismo urbano… un regaño bastante válido que ha pesado sobre mi conciencia desde ese día.

Durante algunos días sentí bastante sed, por la cantidad de sudor transpirado ese día supongo, y bastante sueño, ocasionado por el desgaste energético y electrolítico del cuerpo (vaya, es super fácil hacer como que uno sabe qué dice). Todo parece indicar que aún tengo un cuerpo sedentario.

Aunque el estrés físico puede llegar a ser bastante beneficioso: al día siguiente (miércoles) encontré la solución a un problema relacionado con mi tesis/trabajo terminal. Como bien me dijeron una vez “cuando alguien ya lo hizo, ya todo parece fácil” y justo eso paso. Pero no quiero entrar en detalles (por ahora), mejor continúo con mi relato.

Jueves-Aburrido y nada interesante pasa en jueves.

Viernes: foto de generación, estaba emocionado, hace 4 años entre a la escuela superior y ya cuento los días (aunque todavía sean meses) para terminar. Fue excitante ver a tantas personas que aprecio y admiro el mismo día, todos emocionados por igual ante algo que parece tan insignificante como una fotografía. El único pero que podría decir fui yo: todo mundo iba de traje completo y yo solo llevaba camisa, pantalón y botas más bien informales.

El fin de semana lo pude usar para leer un poco, relajarme, comer bien, dormir bien, terminar la primera temporada de How I Meet Your Mother y ponerme un poco paranoico con el futuro.

jueves, 21 de febrero de 2013

Fears and Haters


Cuando un ser humano se encapricha con una idea, es bastante más que difícil hacer que la deje, aunque esta idea sea dañina o mortal para esa persona.

A veces estas ideas destructivas provienen de acciones que pueden parecer demasiado lógicas, racionales o incluso naturales.

Un buen y bastante triste ejemplo son los elefantes de circo. La mayoría de los elefantes de los circos nacen en cautiverio (ya saben, es muy caro importar elefantes salvajes, por no decir ilegal), cuando son pequeños amarran una cuerda a una de sus patas. A veces de soga y otras veces de acero, la este amarre los lástima cada que su instinto natural les pide escapar del circo. Cuando son mayores y tienen la fuerza necesaria para romper cualquiera de las ataduras que un circo convencional pueda darles, siguen creyendo que ese amarre los lastimará y nunca vuelven a intentar huir.

¿Es qué los elefantes son tontos? ¿Cómo alguien de su tamaño puede creer que un patético lazo los puede detener? Déjenlos por favor, no insulten a los pobres animales (qué por cierto, son mi animal favorito y me ha costado un par de lágrimas de cocodrilo escribir el párrafo anterior) es solo qué tienen miedo, a todos nos pasa.

Pero, y esta es la cuestión de este post ¿vivir con miedo es bueno? En lo personal estoy harto de que la gente (note querido lector que uso la palabra gente y no personas) crea que qué si lo es.

En México tenemos bastante arraigada la cultura del miedo y como vamos creciendo vamos buscando pretextos que justifiquen nuestros miedos. La materialización que más me molesta de estos miedos, es cuando nos inclinan a contestar de manera poco sincera una simple pregunta ¿qué quiero hacer mañana?


“quiero comprar una Tablet” “bueno, pero déjala en tu casa porque afuera te la van a robar”
“quiero salir a hacer ejercicio” “¿dónde?  ¿En la ciudad? Te van a atropellar”
“quiero entrar en un concurso internacional” “¿para qué pierdes el tiempo? No vas a ganar, estamos de la verga, aquí no hay nivel”
“quiero poner un restaurante” “no, van a venir sicarios a extorsionarte”
“quiero escribir lo que pienso y opino” “no wey, nada más te vas a hacer de enemigos y todo mundo te va a dejar de hablar”
“quiero hablarle a la chava de allá” “no lo hagas, va a pensar que eres un degenerado sexual y qué quieres su riñón, además se ve que es bien mamona”

No, no carajo no.

Si me asaltan, pues ni pedo, ni que fuera más importante el aparatito que el tiempo que lo disfrute.

Bueno, la verdad si vas corriendo a media calle o en una avenida y no tienes cuidado, mereces que te atropellen. Tampoco hay que ser tonto.

Si, parece que estamos bien jodidos en comparación del resto del mundo y qué no hay calidad de nada por aquí, se debe más a que creemos que competir es ir a hacer el ridículo y más bien prefieren ahorrárselo.

Y así, por los siglos de los siglos.

Si me matan ¿cúal es la bronca? Me voy con una sonrisa en la boca y sabiendo que hice las cosas que me gustaban hacer y qué, al menos, no me detuve por mi miedo y paranoia.

jueves, 14 de febrero de 2013

Stupid disgusting freethinker pig


El año pasado durante las elecciones se hizo evidente el clasismo de muchos méxicanos en comentarios del tipo “ese wey qué, su papá es X”, “tú qué vas a saber si estudiaste en Y” o el matador “cómo vas a saber más que yo que conocí a Z”. Palabras más, palabras menos, pero esas eran las ideas en general.

Por ejemplo, durante las marchas era evidente donde terminaban las escuelas públicas para empezar las privadas o donde estaban los de tal o cual carrera. Íbamos juntos pero no revueltos.

Estéticamente eso se veía bien, era como un mural de Diego Rivera con los labradores de un lado, los artesanos de otro, políticos al centro, etc. También para fines de seguridad es bueno (en México, las matanzas del 68, 72 y la guerra sucia son recuerdos que aún duelen y que no tienen fecha de quedarse en el pasado).

Pero para fines prácticos, de génesis de propuestas y corrección o renovación de ideas, eso fue un desastre. Qué si no votar es malo y me valen pito tus ideas. Qué eres un terco niño pequeño burgués y tus ideas son simplemente estúpidas y poco dignas de ser escuchas por mí. Qué oye mi reina te ves super bien déjame tomarte una fotito pero te juro que en cuanto me digas algo de política me pinto de cuadritos.

Mi hipótesis es que socialmente nos estamos estancando en nuestra vecindad de amistades. Resulta irónico porque uno de los ejes de estas manifestaciones era la gran envergadura entre unas clases sociales y otras.

Desde el principio quise observar la evolución de estos movimientos. Tenía curiosidad por ver qué pasaba y con quien terminaría peleado. Y paso:

Descubrí que perezco (pertenecí y siempre debo pertenecer) a la clase trabajadora de México y que de ahí no puedo moverme o pertenecer a otra clase sin convertirme en el peor de los traidores y por si fuera poco, debo seguir el comportamiento que mi arquetipo posee (bendito paradigma orientado a objetos): odiar mi trabajo o sufrir porque no tengo trabajo, vivir frustrado y con deudas, reprimido por la policía (aunque eso nunca ha pasado) y sufriendo los embates macroeconómicos, disfrutar solo ciertos tipos de manifestaciones artísticas, escuchar solo la música del pueblo, etc.

Me recuerda a Un Mundo Feliz de Huxley (libro más bien esnob para mi clase, yo debería adorar 1984 por ser más representativo de mi sentir… y de hecho sí me gusta más pero por otras razones) donde a los humanos de clase A les enseñan que viven mejor que los de clase C y a los de clase C los convencen de no desear ser como los de clase A porque los A viven estresados y llenos de trabajo (“¡qué bueno es ser C!”). Qué un A intentará hacer el trabajo o adquirir alguna costumbre de un C no solo era impensable, sino obsceno y digno de castigo.

¡Y ahora eso sucede en este multidiverso país! Los unos no toleramos las ideas de los otros porque estamos convencidos de que son ideas completamente erróneas y que los porta voces de estas ideas deberían cerrar la boca y admitir que les venceremos de cualquier manera en cualquier conversación. Cuando podemos ser el Jerusalén iluminado del siglo VIII, con árabes, cristianos, judíos y demás culturas compartiendo e intercambiando sus conocimientos para enriquecer su propia cultura, preferimos ser los puritanos ingleses que llegan al nuevo mundo en el siglo XVII que asesinan a todo lo que consideremos del diablo (en el sentido antagónico de lo que creemos correcto).

miércoles, 13 de febrero de 2013

En contra de los apologistas del día de san valentin


El día de san valentin es una mierda que al menos en los países hispano hablantes es ocasionada por nuestro idioma.

Es bien fácil: san valetin es el día del amor Y la amistad. “Y”… ¿Y? ¡Y!

¿Es decir que la amistad siempre debe estar condicionada por el amor o las dos? ¿Será que si solo hay amistad en mí vida no puedo festejar o qué dos personas que se aman pero no se soportan no pueden celebrarlo?

Mi teoría conspiranoíca es que los reptilianos (qué todo mundo sabe tienen alianzas con las más altas esferas del poder de las drogas socialmente aceptadas y son por tanto enemigos de la industria de las tarjetas de regalo) nos han convencido de que el día es del amor Y la amistad en lugar del amor O la amistad.

Claramente, vender un día de amor Y amistad hace que las personas que carecen de alguna de las dos características (o ambas, según el caso) sufran y terminen ingiriendo bebidas alcohólicas. Estudios bastante serios demuestran que grupos mayores a 2 personas ingieren cantidades mayores de alcohol por persona mientras que las simples parejas solo ingieren media botella de la bebida de su preferencia antes de convertirse en consumidores de la industria anticonceptiva. Todo es claro ¿no?

Bueno, siendo un poco más serios al respecto, esta fecha me parece bastante discriminatoria por la misma razón.

Sin embargo, ahora que tengo 10 minutos para revisar un poco de información, descubro que San Valentín era un médico que se volvió sacerdote y comenzó a casar a los soldados del emperador Claudio “El Gótico”, quien les prohibió el matrimonio a los soldados por considerarlo impropio de la vida castrense.

Todo eso me lleva a pensar que el día de San Valentín debería ser el día mundial “contra las decisiones estúpidas y autoritarias que toma gente por otra gente que no conoce”. Ejemplos de estas decisiones hay muchas: la iglesia romana que un milenio después que el Gótico Claudio, prohibió el matrimonio para los sacerdotes por considerarlo impropio de la vida eclesiástica (aunque el pretexto fue que el mundo ya estaba demasiado poblado), o a la comunidad estadounidense de principios del siglo pasado que condenaba a muerte a los negros que se atrevían a pisar la sombra de un blanco (¡esos malnacidos!).

Otro ejemplo, uno que considero muy personal, es cuando uno o varios hombres santos se alzan de entre las masas en nombre del pueblo para defender sus derechos en contra de los decadentes dueños del poder que tiene sometida a su respectivo pueblo. Y entonces, estas personas te dicen (me parece que de la misma forma que los medios de comunicación y propaganda) cuáles deben ser tus expectativas (que sí tener un carro, que si no tener expectativas), que te debe hacer sentir mal (el trabajo, tales o cuales productos, tales o cuales formas de vestir), que debe ser bueno (que si compartir, que si producir, que si el perdón, que sí el ojo por ojo).

Pero francamente todas esas personas se me figuran  iguales: tanto los gallardos libertadores de pueblos como los gloriosos constructores de imperios.

Bonus note

¿Se han dado cuenta que, cuando usamos la ‘O’ , la usamos en su forma inclusiva y que es complicado usarla en su forma exclusiva? Eso significa que cuando digo El día del amor O la amistad, me refiero a que puedes festejar la amistad, el amor o ambos en lugar de decir que puedes celebrar solo una de las opciones: amor o amistad.

lunes, 11 de febrero de 2013

Oh men, Get Back Later!

En el trabajo, he estado testeando algunas aplicaciones. Como son bastante pequeñas me dedico más que nada, a pensar cómo hacerlas fallar.

Cuando iba en la vocacional, mi maestro de programación (A.K.A bebesote) nos decía que para testear nuestros programas bastaba con dárselos a nuestros papás o hermanos pequeños. Quizá tenía razón, lo único mejor que un tester es un usuario inepto. Bueno, tal vez no.

El contra argumento me lo dio mi buen amigo @celr cuando íbamos en primero de la carrera. No sé si lo hacía por gusto o solo porque le nacía hacerlo, siempre que mostrábamos algún programa, lo primero que hacía era hacerlo fallar. Y así con casi todo. Lo admiro porque, entre otras cosas, siempre encuentra algún error poco obvio en las cosas (de los errores obvios  mejor no hablo).

Ahora, para saber cómo tratar a usuarios ineptos, los expertos son los chicos Apple. Son tan buenos que le hacen creer a los usuarios ineptos que no son usuarios ineptos. Todo a un precio: libertad en el uso de sus terminales y servicios. Y bueno, aunque en lo personal no estoy de acuerdo con una política tan cerrada que abstrae tanto a un usuario de “lo que en realidad sucede”, a muchas personas eso les sirve y les basta. Después de todo a muchas personas no les interesa saber cuál es la diferencia entre memoria swap y memoria cache, o peor aún, la diferencia entre Firefox, IE y Chrome más allá de lo estético, claro.

A muchos informáticos este nivel abstracción les parece ofensivo, sin embargo esta abstracción “profesional” es bastante común. Nunca he conocido a alguna persona que se interese por saber cómo es el flujo de información en las oficinas de gobierno. Aunque en este caso me fío más de lo que dice Douglas Adams al respecto “los trámites burocráticos son la más clara evidencia de que hemos fracasado como civilización”.

Imagínense que en México (mi país), el gobierno tan arto de hacer tantas colas, de tantas idas y venidas por oficinas agobiadas de gente y polución, comenzó a hacer un trabajo formidable (si, aunque no lo crean el gobierno ha trabajado en algo) para reducir al máximo estas filas. Aunque como todo esfuerzo del gobierno, se ha invertido el doble de tiempo con menos de la mitad de los resultados, al menos ahora solo pierdes un día en hacer un trámite, y algunos de ellos (los más importantes) los puedes hacer en solo un par de horas.

Vale, yo veo esto como un avance pues aún de niño me toco acompañar a mi madre a hacer trámites de varios días, ver señoras  y señores gordos que decían: “este documento es solo valido en la ventanilla tal porque esta ventanilla es para los caso tal o cual” o su favorita “ya no le puedo dar servicio porque salimos a las 2pm y aún no voy a comer”, era medio día.

Según mis compañeros de oficina, hace un par de años surgió un nuevo trabajo para eso: los testers burocráticos. No es broma. Son personas que se encargan de revisar el formato de documentos y la estandarización de estos, hacer diagramas de flujo de los procesos de gestión interna. Algo así como Ingenieros de Software.

A veces reducen tramites a un mero “recibo tus documentos, me los firma mi jefe y ya está” pero otras veces crean nuevas sub direcciones con gerencias y sub gerentes especializados en ciertos rubros y tareas.

Me los imagino, haciendo uso de una licencia bastante gratuita y tal vez incorrecta, que estos ingenieros de burocracia hacen lo mismo que hace un arquitecto de software psicópata que odia a los programadores y que los obliga a pasar de un lenguaje sin tipado a uno fuertemente tipado,  innovando en recetas que evitan el polimorfismo haciendo uso de la herencia, todo con el fin de preservar y garantizar la estética de los diagramas de paquetes.

Ejemplo de diagrama de flujo usado por las oficinas
No sé porque a algunas personas esto se les hace bonito


domingo, 10 de febrero de 2013

Hoy a muerto un hombre

Este post fue escrito el sábado 10 de Febrero de 2013

Hoy me enteré del asesinato de un amigo mío.

Él tenía unos 60 años. No éramos muy frecuentes, pero me caía bien. Fue ayer viernes 8 de febrero a eso de las 16hrs, cuando un hombre que se encontraba en su taxi le pidió que bajará ¿se trataría de un secuestro? ¿un ajuste de cuentas?

Fue raro, el taxista (mi amigo) bajo y recibió varios disparos a quema ropa. Dio un par de pasos y cayó muerto.

Su taxi, con algunos vidrios rotos, y todo el dinero de una jornada de trabajo que empieza a las 6 de la mañana, se quedaron en su lugar, a mita de la calle. Será que el asesino tuvo miedo y salió corriendo.

Los periódicos de hoy dicen otra cosa. No era un asesino sino dos. Tampoco se trataba de su pasajero, sino de un intento de abordaje en qué mi amigo, como un acto de valentía intento arrollarlos sin conseguirlo. Le dispararon, salió del vehículo y murió veinte metros más adelante.

En otras noticias parecidas, esta semana ocurrió otro asesinato en condiciones bien diferentes: un médico mato a dos jóvenes (de mi edad) para impedir que lo extorsionaran. El doctor fue encarcelado y varias decenas de personas protestaron cerrando una avenida muy principal. El pensamiento entre la gente es contundente: quieren su liberación, hizo lo correcto.

En este momento me pregunto si la defensa propia es un buen argumento para justificar el asesinato. No lo creo, pero intento justificar la decisión del doctor en su deseo de querer tener una vida tranquila, de protegerse a él, a compañeros y pacientes. Sin embargo, aún no logro concebir la muerte como algo valido.

Concebirlo sería el equivalente a justificar el exterminio Kurdo o Kosovar, la guerra en Irak, las desapariciones de periodistas, el asesinato de la familia Romanov en la revolución Rusa. Creer en el asesinato como una forma de justicia, como un recurso válido, como algo aceptable, me haría perderme en una contradicción.

Y término preguntándome qué habría hecho yo en caso de ser el doctor o en el remoto caso de tener a mí merced al hombre que mató a mi amigo taxista ¿Qué haría si tuviera un arma cargada en mis manos? ¿Dispararía para convertirme en el George W. Bush del pueblo, en un Felipe Calderon con iniciativa propia? ¿O solo dispararía a sus rodillas para que no volvieran a correr como cobardes, disparar a sus manos para que no volvieran a empuñar un arma y cortarles la lengua para que no volvieran a amenazar a nadie nunca más?

martes, 5 de febrero de 2013

Songs of February



Dice la leyenda que después de morir el padre de Astor Piazzolla, su hijo entro a la cocina guiado por las notas más tristes que había escuchado en su vida. Era su padre triste con un bandoneón tocando lo que más tarde sería Adiós Nonino. Los tangos de Astor Piazzolla siempre me parecieron tristes. Quizá por eso me gusta bastante más que Don Carlos Gardel.

La música triste me gusta, me trae nostalgias, no sé si nuevas o viejas, pero definitivamente bellas. Algunas me causan cierto dolor pero la mayoría son la brújula que me guía en mi mar de recuerdos.

Cuando niño, mientras mi madre ponía casetes de Cri-Cri, La Patita o El Caminito a La Escuela me traían las imágenes de los sábados de compras y las mañanas tibias de camino a mi kínder. Ahora incluso me viene una lágrimita de cocodrilo al recordarlo.

La Merienda y Juan Pestañas me evocan el retrato siempre infantil de mi hermano. Cuando me enfado mucho con él (pasa muy seguido) me doy un trago de esas canciones y termino perdonándolo de la misma forma en que todos los hermanos mayores perdonamos a nuestros hermanos menores… aunque, y este es uno de los más grandes errores que he cometido en mi vida, no se lo digo.

El Último Beso (la versión de Polo y no la de Pearl Jam) trae un recuerdo bastante triste.

Tenía 6 años en casa de mi abuela en la ciudad de México. Mi madre, hermano y yo, por varios meses dormimos en los sillones de mi abuela pues el cuartito donde debíamos alojarnos aún estaba en construcción. Un día y creo recordar que fue por mi culpa, mi mamá se enfadó con mi abuela cuando esta me defendió de su hija, quien me regañaba por no hacer una tarea.

Nos fuimos a nuestro futuro cuarto. Mi madre subió por la escalera de los albañiles, puso un par de periódicos, nuestra ropa, a mi hermano, algunas cobijas y dormimos.

A la mañana siguiente y muy a regañadientes, desayunamos en la sala de mi abuela mientras el estéreo cantaba El Último Beso. Al final de la anécdota todos terminamos regañados y pidiendo disculpas a nuestras mamás.

Metallica y Nirvana le pertenecen al 100% a mí secundaría. Estas bandas fueron el caparazón que me logro salvar de tener rencores contra un mundo en el que yo era el chico nuevo y raro de la ciudad que sacaba dieces sin casi esfuerzo alguno. Bueno, si les tengo algún rencor.

Fue en mi segunda navidad de secundaria cuando me regalaron un Discman que reproducía mp3 que con solo una pila AA funcionaba por 12 horas. Amo ese aparato y lo conservo con todo el cariño materialista que un ser humano puede tener.

Sin embargo, Adiós Nonino me trae el recuerdo tuerto de un padre al que veo más muerto que el resto de mis nostalgias, por la única razón de saberlo tan vivo pero infinitamente lejos y ajeno a mis nostalgias.

Canciones que suenan en este post por orden de aparición:











lunes, 4 de febrero de 2013

En Contra de los Diatribistas de San Valentin

Ya es 3 de febrero y eso significa una sola cosa: el mundo se teñirá de rojo. No, no es la revolución proletaria es el día de San Valentín, para el que oficialmente faltan 11 días.

Como buen mexicano (creo) tengo la firme convicción de que las fechas festivas son en general buenas y aún más esta, porque contrario a casi todas las demás, el día del amor y la amistad es una fecha cargada de sinceridad:

Las personas que viven de las fantasías fantasean.

A los solitarios no les importa.

A los festivos, por lo regular hacen noche de juerga y la única diferencia entre si tienen o no tienen pareja, es la cantidad de personas invitadas a la fiesta.

Los amargados dicen que es estúpido festejar o decirles a esas personas especiales que las quieres solo una vez al año… y pasan el resto del año sin hacerlo tampoco.

Pero, a mí me agrada la fecha. Hay globos por todas partes (aunque todos rojos y ninguno para mí) y me encantan los globos. Chocolates de diferentes tipos y a precios accesibles para todo público. Los Cd’s con mezclas de música se producen a millares para todos gustos, tanto los hechos por y para los amargados como para los que hasta se compran alas de ángel y andan por ahí en calzoncillos y arco con flechas de corazoncito.

Y es por estos últimos que realmente me gusta San Valentín: son  super creativos vara sus declaraciones de amor. Justo ayer, mientras iba caminando a casa de mi abuela a comer tamales vi en la calle a un chico graffiteando el asfalto con un mensaje de “Jenni te amo y (…)”.

Otro ejemplo que me gusta mucho es el del buen Apu de los Simpson, en el capítulo “I'm With Cupid" y los 7 regalos que le da a Manjula y hacen que las esposas se pongan celosas de él.

Por eso ahora les comparto dos de estas muestras de amor que me han gustado mucho:

Primero el "como se hizo" de una fotografía de luz.

Light Writing Proposal from Derick Childress on Vimeo.



Y para finalizar: un chico disfrazado de Bender que recita en binario (creo que uso ASCII como codificación) para pedirle a su novia que se casará con él:

miércoles, 30 de enero de 2013

The exercise is not only sweat

2:30PM
Tengo muchos hobbies. Pienso que demasiados pues rara vez tengo tiempo de practicarlos con la frecuencia que me gustaría. Un buen ejemplo es el ejercicio. Tanto el que te hace sudar como el que te hace sudar frio… aunque el sudor en mi piel me parece bastante desagradable.

Ayer me levante de maravilla. Hasta llegue a pensar que había sido atrapado por los chicos Herba Life porque deseaba que me preguntaran "¿cómo demonios eres así de feliz? ¿Acaso eres idiota?” y les respondería “por supuesto que soy idiota, creo en herbalife ¿o es que tengo cara de otra cosa?” Oh sí, viva la felicidad.

Vaya, que no hace falta decir que tenía autoestima de sobra. En la oficina tuve oportunidad de resolver un par de problemas de un libro de estadística que tengo por ahí. Es raro pero hay personas a quienes les gusta resolver crucigramas, sudokus o cosas así. A mí me agradan los problemas matemáticos y los acertijos. El hecho es que ayer pude darme tiempo para resolver algunos, disfrutar el esfuerzo, etc.

Además pude estar un buen y tranquilo rato leyendo los feeds a los que estoy suscrito. Entre otras cosas, me encontré con un muy interesante post de José Manuel López Nicolás sobre los suplementos alimenticios que dicen mejorar la visión y por qué Pikachu es un ciego.

Ya por la tarde y por primera vez en el año pude hacer ejercicio en la pista de Zacatenco. Me encanta ir a correr ahí: poca gente, mucho viento, algunas zonas boscosas y otras sin apenas árboles, los atardeceres y la tranquilidad que tiene ese lugar son inigualables.

La verdad, ya me había tardado en ir: hace ya casi dos meses que no hago nada de ejercicio y eso se empieza a notar por las mañanas cuando cada fibra de mis músculos debe estar lista para entrar y pelear por un lugar en el metro de la ciudad. Y bueno también hoy note esa ausencia de ejercicio: me desperté dos horas tarde y con un dolor de muscular digno de una golpiza.

Sin embargo, soy de esos imbéciles que creen que el dolor muscular es… hmmm ¿sabroso? No sé, la verdad no encuentro una mejor palabra. A lo que me refiero es que me agrada la sensación. Además, sé que de seguir ejercitándome el dolor desaparecerá.

Lo curioso es que eso pasa tanto con el ejercicio físico como para el mental. Luego de mucho tiempo de no hacer uso de ese músculo/órgano que estas ejercitando, vaya, pues usarlo duele al principio pero mejora con el tiempo. La analogía la tengo bien presente pues alguna vez tuve mi periodo de idiotización y flojera mental.

En ese momento la cura parecía mejor que la enfermedad, pero ahora veo que solo era la enfermedad la que se quejaba, no yo.

Así por ejemplo, con el ejercicio (que he dejado ya varias veces por prolongados periodos de tiempo) sé que me hacen falta unas 4 o 5 sesiones para reemplazar el dolor muscular por… digamos, solo satisfacción.

11:00PM
Hoy volví a la pista. Hice apenas la mitad de mi rutina diaria. Me encontraba bastante cansado y ya era de noche y bueno, esa pista sera bonita pero de noche no la cruzan ni los fantasmas. Pero sí, estaba en lo cierto: me quito el dolor muscular.

martes, 22 de enero de 2013

9 Days in the old theater and the new theater. And another things


La semana pasada anduve de fiesta: fui al teatro y al cine prácticamente todos los días desde el viernes 11  de enero hasta ayer lunes 21 de enero. No me di cuenta del homero que había realizado hasta el sábado cuando hice las dos cosas el mismo día. He estado yendo al teatro por El Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro (el cartel lo descargan de aqui, es un PDF algo pesado, pero vale la pena) que organiza el Iti Unesco, lo único que les puedo pedir, en caso de que deseen asistir es que apaguen sus celulares y se "dejen llevar por la magia del teatro" (si tienen suerte, la protagonista de este pequeño chiste les mostrará el por qué es un chiste bastante serio).

Un repaso de lo que hice:

Viernes 11 de enero


Vi Mátalo Suavemente. Buena película, en ciertas escenas estaba casi seguro de estar viendo una película de Tarantino, aunque se parece más a una de Oliver Stone. La verdad es que creo que es demasiado larga y algunos diálogos sobran. Brad Pitt haciéndole de asesino buena onda ya esta muy trillado.

Sabado 12 de enero


Ok, este día no hice nada más que quedarme en cama llorando por mi calificación de ETS, pero lo quería decir.

Domingo 13 de enero


Primer día del año que asisto al festival de los amantes del teatro. Vi solo una obra (llegue bastante tarde) escolar que agarraba de pretexto la historia de México para denunciar lo mal que va México. Nada nuevo bajo el horizonte, pero me encanto el entusiasmo de los actores (todos de prepa).

Lunes 14 de enero


Segundo día de teatro. Esta vez vi una obra y media. Nunca he podido digerir bien las obras de teatro donde recitan poemas. O me gustan mucho o me pierdo entre tanto verso. Con la primer obra me paso lo segundo. Era sobre Nezahualcoyotl y la muerte. Fue como ver a Elrond dando asesorías a los Hobbits sobre su árbol genealógico.

La segunda obra sin embargo, fue excepcional. Fueron tres buenas historias (La primera de terror, la segunda una comedia y la tercera una farsa) situadas en un cementerio.  Los únicos dos actores de la puesta me recordaron porque me gusta mucho el teatro. De lo que hasta el momento he visto en el encuentro, esta ha sido mi favorita.

Martes 15 de enero


Fui al cine con mi familia. Vi El Cartel de los Sapos. Ya hay una telenovela de este libro, creo que la película era innecesaria porque solo es eso: una novela colombiana de narcos. De haber sabido la cantidad de personajes que tiene la película, hubiera leído antes el artículo de Wikipedia sobre el cartel del valle del norte porque me confundí bieeen cañón con los nombres.

Miércoles 16 de enero


Cloud Atlas. Esta entre dominguera y palomera. Si a un no la vez, prueba con adivinar los todos personajes que interpretan cada uno de los actores y te llevarás una sorpresa al final cuando salga la lista. La historia que más me gusto fue la del sujeto que le pide un préstamo a su hermano, me recordó a mi hermano. Aunque me enseño una valiosa lección: los elfos realmente son eternos y siempre han sido malvados.

Jueves 17 de enero


Life of Pi. Como lo dijo Scott Adams: “Si odias a los animales y te gusta verlos sufrir, esta película es para ti”. LOL. Me gustó mucho. Es la segunda película en la que realmente disfrute el 3D. La historia es muy buena y me atrapo de principio a fin. Ni siquiera me di cuenta de lo larga que es.

Viernes 18 de enero


La primer obra fue un relato sobre la Llorona, como Cihuacoatl y como la Malinche. Se me hizo interesante ver a una malinche oprimida y no oportunista como la suelen retratar. Una obra muy interesante.


Hay un director cliché en el festival de los amantes: Wilfrimo Momox. Es tan mal director que es realmente malo (a diferencia de Michael Bay que es tan mal director que sus películas son buenas). Lo he visto sintetizar todas las obras Shakespeare en un solo montaje de solo para mujeres. Y esta vez se lució: tomo una obra del teatro simbólico (El Guardián) y consiguió hacerla mutar en un show de esos donde denigran la homosexualidad.

Sábado 19 de enero


Primero fui al teatro: un melodrama que usaba el poema de La niña de Guatemala de José Martí para contarnos la historia de una chica que se enamora del nerd que golpea su novio bueno para nada. Fue bonita. La historia de la niña mala que quiere convertirse en buena me recordó a alguien.

Tenía muchas ganas de ver Los Albañiles, pero había prometido llevar al cine a mi familia para ver Django y me quede encantado de verla. Aunque si note lo larga que es, estaba como empalado al asiento.  

SPOILER: Quentin Tarantino cumplió mi sueño: ver asesinado a sangre fría a Leonardo Di Caprio.

Toda la película vale oro. Jamie Foxx y Christoph Waltz se roban por completo la pantalla.

Domingo 20 de enero


Este fue un día especial. Luego de 2 años, vi el final de Fringe. Aunque no la comencé a ver desde sus inicios, desde los últimos capítulos de la tercer temporada (qué es donde la alcance) hasta la semana pasada, todos los viernes sin falta (aunque a veces en sábado o domingo) veía el nuevo capítulo.

Sí, la quinta temporada fue la más floja de todas, pero el final fue asombroso. A mi parecer cerraron todas las incógnitas que había en el aire. Extrañaré mucho a Walter Bishop (y la magistral interpretación de John Hoble) y a Olivia.

SPOILER: Me hubiera gustado que la trasformación de Peter hubiese tenido más trascendencia, que el lado oscuro de Walter hubiera hecho más estragos, ver reaparecido a Bell o saber qué pasa con el demonio del espacio que aparece en la primer temporada, pero eso hubiera requerido muchos más capítulos de los que tenían disponible. Los últimos detalles que hacen tributo las primeras temporadas (White Tullip es mi capitulo favorito de toda la serie) me hizo sentir sobrecogido y la despedida de Astrid, Gene y Walter me arranco algunas lágrimas. Aunque no pude resistir las ganas de llorar con la lección de Paternindad que nos da Septiembre /Paul.

Ojalá algún día podamos ver las dos temporadas que no existieron por decisión ejecutiva.

Lunes 21 de Enero


OK, exageré, ayer debí hacer otras cosas, pero fui al teatro y no me siento arrepentido. Vi tres obras de las cuales la primera valió todo el día: una obra sobre la discriminación y los problemas que sufren los indígenas jóvenes en Veracruz contado por las mismas personas que los habían vivido. Verla me puso a meditar mucho que todas las marchas por la dignidad y el trabajo que se hacen  en la ciudad de México juntas por una única razón: fue sincera. No se criminalizo a las personas, religiones o instituciones que se nombran, solo se dijo la verdad, una verdad donde no hay buenos ni malos.

La segunda obra de teatro fue una colección de las mini historias que se viven en el metro de la ciudad de México. Me gusto por dos cosas: porque todas las he vivido en carne propia y  por el entusiasmo de los actores (eran unos 20) que por la sensación que daban, también las habían vivido.

El montaje de la tercer obra me recordó a las películas turcas. Bueno, en realidad solo un personaje/actor me lo recordó. Lo malo es que era el personaje principal jaja. La verdad es que viéndola aprendí como un solo actor puede hacer añicos el trabajo de toda una compañía. Todo lo demás me encanto.

domingo, 20 de enero de 2013

I'm Alive

Estuve toda la semana enfermo de gripa. El sábado por la noche anduve por la ciudad con apenas una sudadera y una playera ligera. No suelo enfermarme muy seguido y creo que nunca he enfermado de nada grave. No he tocado el quirófano en ninguna ocasión ni he tenido la necesidad de tomar medicamentos por un largo periodo de tiempo.

Creo que esta especie de “buena salud” ha provocado cierta cobardía y temor a las enfermedades. Sin embargo, soy fan declarado de las series de doctores, más no las novelas de doctores. Es decir, la primer serie sobre Doctores que vi en mi vida fue E.R. y actualmente soy muy fan de Dr. House. Sin embargo nunca toleré más de veinte minutos de Gray’s Anatomy. No me gusta. Es, demasiado sentimental.

Pero bueno, el hecho es que soy demasiado miedoso con los temas médicos. No soporto ver sangre, ni órganos ni enfermedades en el mundo real, porque con fotos y vídeos no tengo tantos problemas. Aunque también me sucede solo con humanos. Animales mutilados, quemados, enfermos, cromados o de gomita me dan igual. ¿Será porque pienso más con el estómago y los visualizo como mi cena?

Realmente no me comería a un ser humano y no soporto ver a uno sufrir alguna enfermedad. Aunque después de ver Holocausto Caníbal quien sabe.

(Y aprovecho para hacer publicidad: vi esta película gracias al proyecto Noctambulante, proyecto que cada mes organiza maratones nocturnos de películas en la ciudad de México y al que desde hace ya casi un año voy sin falta, vaya solo o acompañado, enfermo o sin dinero)

En fin. Hoy viernes estoy casi finalmente recuperado. Solo me queda esa resaca que produce tomar medicamentos anti gripales.

Generalmente la gripa se desarrolla en 5 etapas: el meda-nomeda, el estoy jodido, el puedo seguir adelante (que me paso el miércoles y me provoco ir al trabajo para estúpidamente, contagiar personas), el mejor ya tomo medicinas y finalmente el Soy el Ser Más Poderoso del Universo y Sobreviví.

Esta secuencia significa que es casi seguro es que mañana me sienta un dios todo poderoso y omnipotente por haber salvado mi pellejo de una gripa. No, no es exageración ni invento mío, lo he visto en muchas otras personas (sobre todo en hombres). El problema es que, como el diagrama que se encuentra debajo muestra, después de la etapa 5 uno puede regresar de inmediato a la etapa 2 u oscilar entre la etapa 1 y 5.

Realmente considero que es un problema que los humanos tengamos una etapa 5. Es la más peligrosa de todas (y estúpida si me permiten decirlo) porque realmente no has dejado de estar enfermo y como te crees tan sano y todo poderoso que te auto expones gritando a la naturaleza (o dios o lo bacterias o aliens o a lo que creas que te reto a tu y a tu sistema inmunológico): “¡Mándame lo que desees! Sobreviví a esto, sobreviviré a lo que sea”.

Algoritmo de las enfermedades
Este es el diagrama 1

martes, 15 de enero de 2013

Hate Post

I can fly
Anymore


¿Odias no es cierto? Tal vez desconozcas el significado de esta palabra. No el que viene en la RAE o los diccionarios Porrúa, sino el significado que le da el mundo.

¿Odias?

Odias a tus padres porque no estuvieron ahí cuando los necesitaste o cuando deseabas un abrazo o porque siempre estuvieron ahí atrás de tu hombro observando y criticando cada exhalación.

Odias a los niños que te golpeaban en la escuela o que siempre te ignoraban. A los adolescentes qué rompían tus cosas, las robaban o a quienes simplemente tenían muchas más cosas: juguetes, ropa, artefactos que tus odiados padres no te compraban o con los que querían suplantar el amor que deseabas.

Odias a la sociedad que provoca hambre en tu familia o que te arrebato tu empleo, familia y hogar de la noche a la mañana. Odias al sistema porque no le importan los cientos de personas que sufren, tienen hambre o se matan y venden por un pedazo de gloria o ilusoria paz.

Pero tú eres diferente y ajeno a ese sistema que te dio una madre, un padre o cualquier familiar golpeador, violador o ausente. Conoces a la perfección el sistema que da días sin trabajo a tus papás o tus hermanos y algunos otros días convertidos en meses y a veces años donde no tienen ni siquiera el más miserable empleo y comienzan a pensar en la carrera castrense.

Tienes ideales después de todo. Quieres un mundo diferente donde nadie sufrirá lo mismo que tú. Pero sobre todo, tienes valor: moral y personal para calificar y juzgar lo que es bueno y lo que es malo. Pero es de nuevo ese sistema intolerante, el mismo que te odia, aquel que impide que tu potente voz llena de razón se escuche como el eco que es de la sociedad.

Odias al mismo demonio hecho iglesia a la vez que infierno y hecho televisión al tiempo que cultura intelectual.

¿Deseas venganza?

Deseas la sangre de los que matan animales por conseguir sus pieles, deseas la cabeza de quienes mandan súbditos a las guerras.

Pero ¿lo sabes no? Hay una solución. Vendetta, venganza, ojo por ojo. Sí, a eso me refiero. Es justo y momento de sentir la satisfacción de recibir al fin lo que por tanto tiempo te quitaron o solo hacer pagar a quienes te dieron demasiado.

La ideología es lo de menos. Solo escoge aquella que diga que estas en lo correcto. Escoge la que te permita hacer lo que desea. La que te permita construir tus utopías. Escoge a tus amigos, los que sueñan como tú, los que sufrieron como tú, los que quieren el mismo cambio que tú. Los que puedan reemplazar a la madre y al padre que nunca te celebraron tus chistes, a los que también odiaban al jefe odioso. De quienes también se burlaron o quienes te ayudarán a golpear a quienes son diferentes a ti y parecidos a “ellos”, a los que no estuvieron y los que estuvieron para herirte.

Anda. Busca a esas personas, a esas sociedades. Haz la maldita revolución que tienes en tu cabeza y cambia al mundo de una vez por todas. Tú eres el portavoz de esas minorías.

Odia volviendo a odiar a esa sociedad que te odio y veras como cambia.

lunes, 14 de enero de 2013

I, Your Future

Hace unos meses asistí a la conferencia Core 2012 en el Centro de Investigación en Computación (CIC). Me remito a la charla plenaria del Dr. Adolfo Guzman Arenas sobre fue la proyección laboral que tiene la computación en nuestros días.

Hubo una frase que tardo varios días en desaparecer por completo de mí cabeza, transcribo de memoria: “Las computadoras, nos guste o no, han cambiado de manera radical a muchas otras carreras, les guste o no. En menos de 50 años cambiaron por completo el concepto que existía del dibujo y las telecomunicaciones. Y ahora vamos por otras carreras (…)”. Eso me puso a pensar en los documentales de animación y muchos “behind scenes” y es abrumador: las tablas de dibujo digital nunca faltan desde Pixar hasta South Park.

Y no habría vuelto a recordar esa frase si no fuera por una plática que tuve con @DianaDuende sobre cámaras fotográficas.

Como buena Friki-Bohemia, ella tomo un curso de fotografía con una vieja cámara réflex en que experimento el viejo arte del revelado fotográfico en laboratorio.

Yo sabía que era un proceso complicado y un poco especializado, pero ella me revelo (¿entienden el juego de palabras? Guiño, guiño ¿“revelar”? ) que era un proceso más artesanal, muy elaborado y bastante caro en materiales. Y entre una y otra anécdota, fui pensando en mi poca experiencia en edición digital, pensando en que como se cambiaron los ampliadores por transformadas gaussianas y la exposición por filtros de Instagram y me dije a mis adentros: “Han destruido un arte”.

Ok, lo acepto, soy un dramático, pero pienso en la película de Yo Robot, cuando Will Smith irónico platica el comercial que tenía pensado para vender más Robots: “Aparece un humano construyendo una silla de madera, tarda dos horas. Luego aparece un robot construyendo 10 sillas de madera en 5 minutos. Es una buena idea ¿no?”.

Carecer de la satisfacción que nos puede traer un ejercicio tan… satisfactorio (no sé de qué otra manera llamarlo) como el revelado fotográfico o el dibujo con lápices y pinceles, no lo sé, es un límite que muchas veces, pese a considerarme un entusiasta de la tecnología, me tiene bastante consternado.

Yo por ejemplo me considero una persona bastante kinestésica, tanto que, por ejemplo, ya van 2 libros y varios artículos o columnas que imprimo solo por la sensación de las hojas en las yemas de los dedos.

Y las cosas que siguen: los escultores o artesanos comenzarán a aprender modelado en 3D y a sacarle provecho a las impresoras 3D. Los músicos prescindirán de muchos instrumentos y el tiempo de los MIDI’s volverá. Las revistas y publicaciones prácticamente ya comenzaron su migración de editorial a formatos web.

Y lo mismo sucedió con el cine o al menos las películas de Hugo Cabret y El Artista me lo hacen tener muy presente. Esa transición en la forma en que se hacen las cosas.

¿Es buena o es mala? ¿Es perjudicial para la creatividad? Solo el tiempo y quienes la usan lo dirán.
El Monumento a la Revolución, uno de mis lugares favoritos de México

P.D: la foto es mía y sí, la tome con una cámara digital y la edite en la computadora. Me siento basura por hacerlo así.