miércoles, 13 de febrero de 2013

En contra de los apologistas del día de san valentin


El día de san valentin es una mierda que al menos en los países hispano hablantes es ocasionada por nuestro idioma.

Es bien fácil: san valetin es el día del amor Y la amistad. “Y”… ¿Y? ¡Y!

¿Es decir que la amistad siempre debe estar condicionada por el amor o las dos? ¿Será que si solo hay amistad en mí vida no puedo festejar o qué dos personas que se aman pero no se soportan no pueden celebrarlo?

Mi teoría conspiranoíca es que los reptilianos (qué todo mundo sabe tienen alianzas con las más altas esferas del poder de las drogas socialmente aceptadas y son por tanto enemigos de la industria de las tarjetas de regalo) nos han convencido de que el día es del amor Y la amistad en lugar del amor O la amistad.

Claramente, vender un día de amor Y amistad hace que las personas que carecen de alguna de las dos características (o ambas, según el caso) sufran y terminen ingiriendo bebidas alcohólicas. Estudios bastante serios demuestran que grupos mayores a 2 personas ingieren cantidades mayores de alcohol por persona mientras que las simples parejas solo ingieren media botella de la bebida de su preferencia antes de convertirse en consumidores de la industria anticonceptiva. Todo es claro ¿no?

Bueno, siendo un poco más serios al respecto, esta fecha me parece bastante discriminatoria por la misma razón.

Sin embargo, ahora que tengo 10 minutos para revisar un poco de información, descubro que San Valentín era un médico que se volvió sacerdote y comenzó a casar a los soldados del emperador Claudio “El Gótico”, quien les prohibió el matrimonio a los soldados por considerarlo impropio de la vida castrense.

Todo eso me lleva a pensar que el día de San Valentín debería ser el día mundial “contra las decisiones estúpidas y autoritarias que toma gente por otra gente que no conoce”. Ejemplos de estas decisiones hay muchas: la iglesia romana que un milenio después que el Gótico Claudio, prohibió el matrimonio para los sacerdotes por considerarlo impropio de la vida eclesiástica (aunque el pretexto fue que el mundo ya estaba demasiado poblado), o a la comunidad estadounidense de principios del siglo pasado que condenaba a muerte a los negros que se atrevían a pisar la sombra de un blanco (¡esos malnacidos!).

Otro ejemplo, uno que considero muy personal, es cuando uno o varios hombres santos se alzan de entre las masas en nombre del pueblo para defender sus derechos en contra de los decadentes dueños del poder que tiene sometida a su respectivo pueblo. Y entonces, estas personas te dicen (me parece que de la misma forma que los medios de comunicación y propaganda) cuáles deben ser tus expectativas (que sí tener un carro, que si no tener expectativas), que te debe hacer sentir mal (el trabajo, tales o cuales productos, tales o cuales formas de vestir), que debe ser bueno (que si compartir, que si producir, que si el perdón, que sí el ojo por ojo).

Pero francamente todas esas personas se me figuran  iguales: tanto los gallardos libertadores de pueblos como los gloriosos constructores de imperios.

Bonus note

¿Se han dado cuenta que, cuando usamos la ‘O’ , la usamos en su forma inclusiva y que es complicado usarla en su forma exclusiva? Eso significa que cuando digo El día del amor O la amistad, me refiero a que puedes festejar la amistad, el amor o ambos en lugar de decir que puedes celebrar solo una de las opciones: amor o amistad.

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