miércoles, 30 de enero de 2013

The exercise is not only sweat

2:30PM
Tengo muchos hobbies. Pienso que demasiados pues rara vez tengo tiempo de practicarlos con la frecuencia que me gustaría. Un buen ejemplo es el ejercicio. Tanto el que te hace sudar como el que te hace sudar frio… aunque el sudor en mi piel me parece bastante desagradable.

Ayer me levante de maravilla. Hasta llegue a pensar que había sido atrapado por los chicos Herba Life porque deseaba que me preguntaran "¿cómo demonios eres así de feliz? ¿Acaso eres idiota?” y les respondería “por supuesto que soy idiota, creo en herbalife ¿o es que tengo cara de otra cosa?” Oh sí, viva la felicidad.

Vaya, que no hace falta decir que tenía autoestima de sobra. En la oficina tuve oportunidad de resolver un par de problemas de un libro de estadística que tengo por ahí. Es raro pero hay personas a quienes les gusta resolver crucigramas, sudokus o cosas así. A mí me agradan los problemas matemáticos y los acertijos. El hecho es que ayer pude darme tiempo para resolver algunos, disfrutar el esfuerzo, etc.

Además pude estar un buen y tranquilo rato leyendo los feeds a los que estoy suscrito. Entre otras cosas, me encontré con un muy interesante post de José Manuel López Nicolás sobre los suplementos alimenticios que dicen mejorar la visión y por qué Pikachu es un ciego.

Ya por la tarde y por primera vez en el año pude hacer ejercicio en la pista de Zacatenco. Me encanta ir a correr ahí: poca gente, mucho viento, algunas zonas boscosas y otras sin apenas árboles, los atardeceres y la tranquilidad que tiene ese lugar son inigualables.

La verdad, ya me había tardado en ir: hace ya casi dos meses que no hago nada de ejercicio y eso se empieza a notar por las mañanas cuando cada fibra de mis músculos debe estar lista para entrar y pelear por un lugar en el metro de la ciudad. Y bueno también hoy note esa ausencia de ejercicio: me desperté dos horas tarde y con un dolor de muscular digno de una golpiza.

Sin embargo, soy de esos imbéciles que creen que el dolor muscular es… hmmm ¿sabroso? No sé, la verdad no encuentro una mejor palabra. A lo que me refiero es que me agrada la sensación. Además, sé que de seguir ejercitándome el dolor desaparecerá.

Lo curioso es que eso pasa tanto con el ejercicio físico como para el mental. Luego de mucho tiempo de no hacer uso de ese músculo/órgano que estas ejercitando, vaya, pues usarlo duele al principio pero mejora con el tiempo. La analogía la tengo bien presente pues alguna vez tuve mi periodo de idiotización y flojera mental.

En ese momento la cura parecía mejor que la enfermedad, pero ahora veo que solo era la enfermedad la que se quejaba, no yo.

Así por ejemplo, con el ejercicio (que he dejado ya varias veces por prolongados periodos de tiempo) sé que me hacen falta unas 4 o 5 sesiones para reemplazar el dolor muscular por… digamos, solo satisfacción.

11:00PM
Hoy volví a la pista. Hice apenas la mitad de mi rutina diaria. Me encontraba bastante cansado y ya era de noche y bueno, esa pista sera bonita pero de noche no la cruzan ni los fantasmas. Pero sí, estaba en lo cierto: me quito el dolor muscular.

martes, 22 de enero de 2013

9 Days in the old theater and the new theater. And another things


La semana pasada anduve de fiesta: fui al teatro y al cine prácticamente todos los días desde el viernes 11  de enero hasta ayer lunes 21 de enero. No me di cuenta del homero que había realizado hasta el sábado cuando hice las dos cosas el mismo día. He estado yendo al teatro por El Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro (el cartel lo descargan de aqui, es un PDF algo pesado, pero vale la pena) que organiza el Iti Unesco, lo único que les puedo pedir, en caso de que deseen asistir es que apaguen sus celulares y se "dejen llevar por la magia del teatro" (si tienen suerte, la protagonista de este pequeño chiste les mostrará el por qué es un chiste bastante serio).

Un repaso de lo que hice:

Viernes 11 de enero


Vi Mátalo Suavemente. Buena película, en ciertas escenas estaba casi seguro de estar viendo una película de Tarantino, aunque se parece más a una de Oliver Stone. La verdad es que creo que es demasiado larga y algunos diálogos sobran. Brad Pitt haciéndole de asesino buena onda ya esta muy trillado.

Sabado 12 de enero


Ok, este día no hice nada más que quedarme en cama llorando por mi calificación de ETS, pero lo quería decir.

Domingo 13 de enero


Primer día del año que asisto al festival de los amantes del teatro. Vi solo una obra (llegue bastante tarde) escolar que agarraba de pretexto la historia de México para denunciar lo mal que va México. Nada nuevo bajo el horizonte, pero me encanto el entusiasmo de los actores (todos de prepa).

Lunes 14 de enero


Segundo día de teatro. Esta vez vi una obra y media. Nunca he podido digerir bien las obras de teatro donde recitan poemas. O me gustan mucho o me pierdo entre tanto verso. Con la primer obra me paso lo segundo. Era sobre Nezahualcoyotl y la muerte. Fue como ver a Elrond dando asesorías a los Hobbits sobre su árbol genealógico.

La segunda obra sin embargo, fue excepcional. Fueron tres buenas historias (La primera de terror, la segunda una comedia y la tercera una farsa) situadas en un cementerio.  Los únicos dos actores de la puesta me recordaron porque me gusta mucho el teatro. De lo que hasta el momento he visto en el encuentro, esta ha sido mi favorita.

Martes 15 de enero


Fui al cine con mi familia. Vi El Cartel de los Sapos. Ya hay una telenovela de este libro, creo que la película era innecesaria porque solo es eso: una novela colombiana de narcos. De haber sabido la cantidad de personajes que tiene la película, hubiera leído antes el artículo de Wikipedia sobre el cartel del valle del norte porque me confundí bieeen cañón con los nombres.

Miércoles 16 de enero


Cloud Atlas. Esta entre dominguera y palomera. Si a un no la vez, prueba con adivinar los todos personajes que interpretan cada uno de los actores y te llevarás una sorpresa al final cuando salga la lista. La historia que más me gusto fue la del sujeto que le pide un préstamo a su hermano, me recordó a mi hermano. Aunque me enseño una valiosa lección: los elfos realmente son eternos y siempre han sido malvados.

Jueves 17 de enero


Life of Pi. Como lo dijo Scott Adams: “Si odias a los animales y te gusta verlos sufrir, esta película es para ti”. LOL. Me gustó mucho. Es la segunda película en la que realmente disfrute el 3D. La historia es muy buena y me atrapo de principio a fin. Ni siquiera me di cuenta de lo larga que es.

Viernes 18 de enero


La primer obra fue un relato sobre la Llorona, como Cihuacoatl y como la Malinche. Se me hizo interesante ver a una malinche oprimida y no oportunista como la suelen retratar. Una obra muy interesante.


Hay un director cliché en el festival de los amantes: Wilfrimo Momox. Es tan mal director que es realmente malo (a diferencia de Michael Bay que es tan mal director que sus películas son buenas). Lo he visto sintetizar todas las obras Shakespeare en un solo montaje de solo para mujeres. Y esta vez se lució: tomo una obra del teatro simbólico (El Guardián) y consiguió hacerla mutar en un show de esos donde denigran la homosexualidad.

Sábado 19 de enero


Primero fui al teatro: un melodrama que usaba el poema de La niña de Guatemala de José Martí para contarnos la historia de una chica que se enamora del nerd que golpea su novio bueno para nada. Fue bonita. La historia de la niña mala que quiere convertirse en buena me recordó a alguien.

Tenía muchas ganas de ver Los Albañiles, pero había prometido llevar al cine a mi familia para ver Django y me quede encantado de verla. Aunque si note lo larga que es, estaba como empalado al asiento.  

SPOILER: Quentin Tarantino cumplió mi sueño: ver asesinado a sangre fría a Leonardo Di Caprio.

Toda la película vale oro. Jamie Foxx y Christoph Waltz se roban por completo la pantalla.

Domingo 20 de enero


Este fue un día especial. Luego de 2 años, vi el final de Fringe. Aunque no la comencé a ver desde sus inicios, desde los últimos capítulos de la tercer temporada (qué es donde la alcance) hasta la semana pasada, todos los viernes sin falta (aunque a veces en sábado o domingo) veía el nuevo capítulo.

Sí, la quinta temporada fue la más floja de todas, pero el final fue asombroso. A mi parecer cerraron todas las incógnitas que había en el aire. Extrañaré mucho a Walter Bishop (y la magistral interpretación de John Hoble) y a Olivia.

SPOILER: Me hubiera gustado que la trasformación de Peter hubiese tenido más trascendencia, que el lado oscuro de Walter hubiera hecho más estragos, ver reaparecido a Bell o saber qué pasa con el demonio del espacio que aparece en la primer temporada, pero eso hubiera requerido muchos más capítulos de los que tenían disponible. Los últimos detalles que hacen tributo las primeras temporadas (White Tullip es mi capitulo favorito de toda la serie) me hizo sentir sobrecogido y la despedida de Astrid, Gene y Walter me arranco algunas lágrimas. Aunque no pude resistir las ganas de llorar con la lección de Paternindad que nos da Septiembre /Paul.

Ojalá algún día podamos ver las dos temporadas que no existieron por decisión ejecutiva.

Lunes 21 de Enero


OK, exageré, ayer debí hacer otras cosas, pero fui al teatro y no me siento arrepentido. Vi tres obras de las cuales la primera valió todo el día: una obra sobre la discriminación y los problemas que sufren los indígenas jóvenes en Veracruz contado por las mismas personas que los habían vivido. Verla me puso a meditar mucho que todas las marchas por la dignidad y el trabajo que se hacen  en la ciudad de México juntas por una única razón: fue sincera. No se criminalizo a las personas, religiones o instituciones que se nombran, solo se dijo la verdad, una verdad donde no hay buenos ni malos.

La segunda obra de teatro fue una colección de las mini historias que se viven en el metro de la ciudad de México. Me gusto por dos cosas: porque todas las he vivido en carne propia y  por el entusiasmo de los actores (eran unos 20) que por la sensación que daban, también las habían vivido.

El montaje de la tercer obra me recordó a las películas turcas. Bueno, en realidad solo un personaje/actor me lo recordó. Lo malo es que era el personaje principal jaja. La verdad es que viéndola aprendí como un solo actor puede hacer añicos el trabajo de toda una compañía. Todo lo demás me encanto.

domingo, 20 de enero de 2013

I'm Alive

Estuve toda la semana enfermo de gripa. El sábado por la noche anduve por la ciudad con apenas una sudadera y una playera ligera. No suelo enfermarme muy seguido y creo que nunca he enfermado de nada grave. No he tocado el quirófano en ninguna ocasión ni he tenido la necesidad de tomar medicamentos por un largo periodo de tiempo.

Creo que esta especie de “buena salud” ha provocado cierta cobardía y temor a las enfermedades. Sin embargo, soy fan declarado de las series de doctores, más no las novelas de doctores. Es decir, la primer serie sobre Doctores que vi en mi vida fue E.R. y actualmente soy muy fan de Dr. House. Sin embargo nunca toleré más de veinte minutos de Gray’s Anatomy. No me gusta. Es, demasiado sentimental.

Pero bueno, el hecho es que soy demasiado miedoso con los temas médicos. No soporto ver sangre, ni órganos ni enfermedades en el mundo real, porque con fotos y vídeos no tengo tantos problemas. Aunque también me sucede solo con humanos. Animales mutilados, quemados, enfermos, cromados o de gomita me dan igual. ¿Será porque pienso más con el estómago y los visualizo como mi cena?

Realmente no me comería a un ser humano y no soporto ver a uno sufrir alguna enfermedad. Aunque después de ver Holocausto Caníbal quien sabe.

(Y aprovecho para hacer publicidad: vi esta película gracias al proyecto Noctambulante, proyecto que cada mes organiza maratones nocturnos de películas en la ciudad de México y al que desde hace ya casi un año voy sin falta, vaya solo o acompañado, enfermo o sin dinero)

En fin. Hoy viernes estoy casi finalmente recuperado. Solo me queda esa resaca que produce tomar medicamentos anti gripales.

Generalmente la gripa se desarrolla en 5 etapas: el meda-nomeda, el estoy jodido, el puedo seguir adelante (que me paso el miércoles y me provoco ir al trabajo para estúpidamente, contagiar personas), el mejor ya tomo medicinas y finalmente el Soy el Ser Más Poderoso del Universo y Sobreviví.

Esta secuencia significa que es casi seguro es que mañana me sienta un dios todo poderoso y omnipotente por haber salvado mi pellejo de una gripa. No, no es exageración ni invento mío, lo he visto en muchas otras personas (sobre todo en hombres). El problema es que, como el diagrama que se encuentra debajo muestra, después de la etapa 5 uno puede regresar de inmediato a la etapa 2 u oscilar entre la etapa 1 y 5.

Realmente considero que es un problema que los humanos tengamos una etapa 5. Es la más peligrosa de todas (y estúpida si me permiten decirlo) porque realmente no has dejado de estar enfermo y como te crees tan sano y todo poderoso que te auto expones gritando a la naturaleza (o dios o lo bacterias o aliens o a lo que creas que te reto a tu y a tu sistema inmunológico): “¡Mándame lo que desees! Sobreviví a esto, sobreviviré a lo que sea”.

Algoritmo de las enfermedades
Este es el diagrama 1

martes, 15 de enero de 2013

Hate Post

I can fly
Anymore


¿Odias no es cierto? Tal vez desconozcas el significado de esta palabra. No el que viene en la RAE o los diccionarios Porrúa, sino el significado que le da el mundo.

¿Odias?

Odias a tus padres porque no estuvieron ahí cuando los necesitaste o cuando deseabas un abrazo o porque siempre estuvieron ahí atrás de tu hombro observando y criticando cada exhalación.

Odias a los niños que te golpeaban en la escuela o que siempre te ignoraban. A los adolescentes qué rompían tus cosas, las robaban o a quienes simplemente tenían muchas más cosas: juguetes, ropa, artefactos que tus odiados padres no te compraban o con los que querían suplantar el amor que deseabas.

Odias a la sociedad que provoca hambre en tu familia o que te arrebato tu empleo, familia y hogar de la noche a la mañana. Odias al sistema porque no le importan los cientos de personas que sufren, tienen hambre o se matan y venden por un pedazo de gloria o ilusoria paz.

Pero tú eres diferente y ajeno a ese sistema que te dio una madre, un padre o cualquier familiar golpeador, violador o ausente. Conoces a la perfección el sistema que da días sin trabajo a tus papás o tus hermanos y algunos otros días convertidos en meses y a veces años donde no tienen ni siquiera el más miserable empleo y comienzan a pensar en la carrera castrense.

Tienes ideales después de todo. Quieres un mundo diferente donde nadie sufrirá lo mismo que tú. Pero sobre todo, tienes valor: moral y personal para calificar y juzgar lo que es bueno y lo que es malo. Pero es de nuevo ese sistema intolerante, el mismo que te odia, aquel que impide que tu potente voz llena de razón se escuche como el eco que es de la sociedad.

Odias al mismo demonio hecho iglesia a la vez que infierno y hecho televisión al tiempo que cultura intelectual.

¿Deseas venganza?

Deseas la sangre de los que matan animales por conseguir sus pieles, deseas la cabeza de quienes mandan súbditos a las guerras.

Pero ¿lo sabes no? Hay una solución. Vendetta, venganza, ojo por ojo. Sí, a eso me refiero. Es justo y momento de sentir la satisfacción de recibir al fin lo que por tanto tiempo te quitaron o solo hacer pagar a quienes te dieron demasiado.

La ideología es lo de menos. Solo escoge aquella que diga que estas en lo correcto. Escoge la que te permita hacer lo que desea. La que te permita construir tus utopías. Escoge a tus amigos, los que sueñan como tú, los que sufrieron como tú, los que quieren el mismo cambio que tú. Los que puedan reemplazar a la madre y al padre que nunca te celebraron tus chistes, a los que también odiaban al jefe odioso. De quienes también se burlaron o quienes te ayudarán a golpear a quienes son diferentes a ti y parecidos a “ellos”, a los que no estuvieron y los que estuvieron para herirte.

Anda. Busca a esas personas, a esas sociedades. Haz la maldita revolución que tienes en tu cabeza y cambia al mundo de una vez por todas. Tú eres el portavoz de esas minorías.

Odia volviendo a odiar a esa sociedad que te odio y veras como cambia.

lunes, 14 de enero de 2013

I, Your Future

Hace unos meses asistí a la conferencia Core 2012 en el Centro de Investigación en Computación (CIC). Me remito a la charla plenaria del Dr. Adolfo Guzman Arenas sobre fue la proyección laboral que tiene la computación en nuestros días.

Hubo una frase que tardo varios días en desaparecer por completo de mí cabeza, transcribo de memoria: “Las computadoras, nos guste o no, han cambiado de manera radical a muchas otras carreras, les guste o no. En menos de 50 años cambiaron por completo el concepto que existía del dibujo y las telecomunicaciones. Y ahora vamos por otras carreras (…)”. Eso me puso a pensar en los documentales de animación y muchos “behind scenes” y es abrumador: las tablas de dibujo digital nunca faltan desde Pixar hasta South Park.

Y no habría vuelto a recordar esa frase si no fuera por una plática que tuve con @DianaDuende sobre cámaras fotográficas.

Como buena Friki-Bohemia, ella tomo un curso de fotografía con una vieja cámara réflex en que experimento el viejo arte del revelado fotográfico en laboratorio.

Yo sabía que era un proceso complicado y un poco especializado, pero ella me revelo (¿entienden el juego de palabras? Guiño, guiño ¿“revelar”? ) que era un proceso más artesanal, muy elaborado y bastante caro en materiales. Y entre una y otra anécdota, fui pensando en mi poca experiencia en edición digital, pensando en que como se cambiaron los ampliadores por transformadas gaussianas y la exposición por filtros de Instagram y me dije a mis adentros: “Han destruido un arte”.

Ok, lo acepto, soy un dramático, pero pienso en la película de Yo Robot, cuando Will Smith irónico platica el comercial que tenía pensado para vender más Robots: “Aparece un humano construyendo una silla de madera, tarda dos horas. Luego aparece un robot construyendo 10 sillas de madera en 5 minutos. Es una buena idea ¿no?”.

Carecer de la satisfacción que nos puede traer un ejercicio tan… satisfactorio (no sé de qué otra manera llamarlo) como el revelado fotográfico o el dibujo con lápices y pinceles, no lo sé, es un límite que muchas veces, pese a considerarme un entusiasta de la tecnología, me tiene bastante consternado.

Yo por ejemplo me considero una persona bastante kinestésica, tanto que, por ejemplo, ya van 2 libros y varios artículos o columnas que imprimo solo por la sensación de las hojas en las yemas de los dedos.

Y las cosas que siguen: los escultores o artesanos comenzarán a aprender modelado en 3D y a sacarle provecho a las impresoras 3D. Los músicos prescindirán de muchos instrumentos y el tiempo de los MIDI’s volverá. Las revistas y publicaciones prácticamente ya comenzaron su migración de editorial a formatos web.

Y lo mismo sucedió con el cine o al menos las películas de Hugo Cabret y El Artista me lo hacen tener muy presente. Esa transición en la forma en que se hacen las cosas.

¿Es buena o es mala? ¿Es perjudicial para la creatividad? Solo el tiempo y quienes la usan lo dirán.
El Monumento a la Revolución, uno de mis lugares favoritos de México

P.D: la foto es mía y sí, la tome con una cámara digital y la edite en la computadora. Me siento basura por hacerlo así.

viernes, 11 de enero de 2013

The Final Effect of the Butterfly of Destination

Actualización 11/01/2013-8:26pm : Me cambiaron la sentencia de muerte hasta dentro de 3 días. El Lunes sabre que paso con la escuela.

La vida es un sistema bastante complejo y de alguna manera la película de El Efecto Mariposa nos lo demuestra con un simple ejemplo: detalles tan pequeños como la playera que usamos, combinado algunos factores externos, puede cambiar por completo nuestra vida y quitarnos de golpe un futuro miserable o darnos ese futuro miserable.

Continuando con el ejemplo de la playera, imagina que un día llevas una ridícula playera roja y porque llevas una ridícula playera roja un lindo gato decide hacerla más elegante y llenarla de pelo de gato. Ese mismo día por la noche sales a un bar con tu ridícula playera roja con pelos de gato y encuentras al amor de tu vida quien resulta ser mortalmente alérgica al pelo de gato y esa misma noche mientras te besa apasionadamente el cuello y respira profundamente sobre tu playera inhala varios pelillos del felino, su cuello se inflama y muere asfixiada 10 minutos después…

Eso es más parecido a Destino Final que a El Efecto Mariposa, lo acepto y me declaro culpable pero ¿Cuál es la diferencia entre una?

Pregunta absurda, hay bastante diferencia entre una y otra.

Pero algo similar me enseñaron en la clase de economía y de física: hay sistemas elásticos  y sistemas plásticos. Los sistemas elásticos se adaptan a las condiciones y fuerzas que sean ejercidas sobre de ellos. Los plásticos en cambio, no toleran cambios y ven modificada su naturaleza de manera irreversible. Así con la vida. Después de todo no puedes volver a ser un infante.

En fin. El día de hoy comenzó a desencadenarse ciertos problemas que habían venido serpenteando desde hacía tiempo. Uno en la escuela y otro en el trabajo. En el primero yo tengo toda la culpa del mundo y en el segundo solo no quiero tener nada que ver, pues problemas de políticos que llegan y políticos que se van, pues me tienen en la jodienda porque son totalmente ajenos a mí y ahora estoy a la espera de una posible recontratación.

La cuestión, es que la elasticidad en mi vida se está terminando (por no hablar aún de la paciencia que también anda en las últimas). Así que desde hoy por la noche me pongo a buscar un nuevo empleo o al menos algo en que invertir mi tiempo unos 6 meses.

Hay varias opciones:

Desde hace tiempo cargo una libreta de Ideas que he ido llenando poco a poco.

También está un viaje en bicicleta que me he prometido desde hace muchos años.

Hace poco conseguí el Código Atlántico del Gran Maestro Leonardo Da Vinci y tengo ganas de aprender a dibujar, hacerlo con los dibujos del Gran Maestro no estaría mal.

Aunque ahora que lo pienso bien, también podría ir a la escuela a tomar TODAS las materias que no he tomado en los últimos semestres (no son pocas) y ponerme al corriente para intentar terminar la carrera en diciembre de este año. No es imposible, solo son 10 materias las que necesito terminar.


jueves, 10 de enero de 2013

We Are Not Young



Este es tan solo el 4to intento de escribir este post. Es sobre un libro llamado La Naranja Mecánica, cuya historia es más bien conocida por la adaptación cinematográfica que hizo el gran Stanley Kubrick.

En serio, me ha costado mucho trabajo escribir al respecto. El sábado 5 de enero a eso de media noche (no podía ser de otra forma) termine el capítulo 21 y último de este curioso libro. De hecho, aquel día salí de mi casa desde temprano y como mamón lector responsable que soy ya llevaba listo el siguiente libro en mi lista por leer, ya saben, por si terminas de leer antes de lo previsto y necesitas algo para no aburrirte en el camino, y en realidad, eso me paso.

Termine de leer cuando aún me quedaban 45 minutos de viaje en el subterráneo (a.k.a. Sistema de transporte colectivo metro o gran bestia naranja que devora y escupe personas) sin embargo y contra mi propia expectativa, no pude tomar el siguiente libro. De hecho, no he podido hacerlo hasta el día de hoy jueves.

Hasta el capítulo 20, toda la historia es más bien predecible para cualquier persona que haya visto la película antes que el libro. Es… es este capítulo 21 una especie de golpe a la quijada que te deja totalmente noqueado.

Durante más o menos 200 páginas lees la historia de un adolescente que se gana tu cariño, un adolescente que gusta de la buena vida. Una vida que trata sobre golpear, violar, enseñarle a unas niñitas el viejo unodos unodos y algunas otras acciones que, vaya, para estos tiempos parecen sacadas de cualquier nota roja. Él (Alex de Large) no es tonto, ni tampoco un psicópata que no entiende la diferencia entre el bien y el mal. De hecho la conoce y en pleno uso de razón, se decide por “el camino del mal”.  Finalmente el joven Alex pierde su humanidad cuando le quitan su capacidad para elegir entre hacer el bien y hacer el mal mientras le quitan la posibilidad de disfrutar las cosas más humanas (la música, el amor, la violencia).

Y nuestro humilde narrador nos enseña sobre las personas que en la biblia solo encuentran la historia de unos viejos judíos que se matan entre ellos y se dan al unodos unodos; o que al escuchar 9va sinfonía de Beethoven adquieren toda la inspiración necesaria para realizar los actos más abominables de la sociedad castiga.

Todo muy contra las reglas pues, y es hasta donde la película nos enseña.

Pero ese maldito 21: vemos a los antiguos compañeros de travesuras del narrador, aquellos rebeldes que viven y disfrutan de su libertad violando todas las leyes posibles, ahora convertidos en los perfectos policías. Y también a aquellas antiguas víctimas convertidas en inquisidores del mal, dispuestas a hacer lo que sea por encontrar culpables.

Pero hay otra cara. La de los sobrevivientes. Y es que creces, maduras y esa vieja ultraviolencia ya no es tan seductora porque ya no eres tan joven. Te aburre la simple idea de la destrucción porque siempre has vivido de esa manera y debe haber algo más.

Ya no eres tan joven, ya no puedes justificar tus actos con tu juventud. Después de todo, no es casualidad que el libro tenga 21 capítulos: a los 21 años ya eres considerado adulto en todo el mundo.

Sin embargo, Alex fue un personaje que vivió de la ultraviolencia y termino deseando ser otra persona ¿Lo mismo sucederá con personajes que viven antónimos a la ultraviolencia?

lunes, 7 de enero de 2013

15 minutes more, please

El más grande fracaso que he tenido en la vida, se debe a la flojera. La detesto por mucho que la flojera segregue drogas analgésicas por mi cuerpo o me permita reflexionar en cosas como la política o religión.


La flojera es una cosa, más que un sentimiento, es un estado de la mente. Debería estar entre la irá, la alegría y el amor o quizá un escalón arriba porque la flojera ha movido a mas masas a lo largo de los siglos.


Mi teoría unificadora de la Flojera es esta: la flojera excluye a toda motivación, la motivación deriva en padecer sentimientos y realizar actividades, por tanto, la flojera no produce ni sentimientos ni actividades (solo pensar en política y religión). A esta teoría le hacen falta muchos ajustes, y en realidad, es más bien una pésima teoría pero de algo servirá o más bien de algo me ha servido.


Beppo Barrendero es, como su nombre lo dice, el barrendero de una bella ciudad italiana. Un hombre viejo pero sumamente paciente. Mientras los demás veían toda una calle llena de hojas caídas por el otoño, él veía uno o dos metros cuadrados que tenía que barrer, y luego otro par y así hasta que terminaba de barrer las calles que otros habían considerado imposibles, ignorando hasta donde su humildad le permitía, el tamaño de su proeza.*


Pero nunca se detuvo.


El problema con la flojera es la aparente estabilidad, la inercia con que gozan todos los momentos. Todo va lento y es fácil analizarlo con detenimiento, es fácil que nuestro buen y gentil amigo cerebro nos engañe diciendo que todo se encuentre bien tal como van las cosas. Nuestros músculos se relajan, nos movemos solo para sentirnos cómodos. Un ratito está bien especialmente en las noches, mientras descansamos, pero de pronto los días nos engañan y dejar de ser días para disfrazarse de una noche.


Y aunque nuestro cerebro nos dice que todo va bien, es nuestro propio cuerpo quién nos dice lo contrario: problemas en la espalda, atolondramiento para caminar y un sinfín de suspiros ahogados cuando subes escaleras. Los sueños se nos escapan de nuestras pernoctaciones y la vigilia es cada día más larga.


Nos da flojera hasta marcar por teléfono a alguien para, oh demonios, salir por la noche, pero no gracias, tengo flojera y aquí metido entre mis cobijas me encuentro perfecto… aunque podría ser mejor si pudiera ir al baño por aquí cerca.


Tristemente la mayor parte de las personas somos así. Es… feo, desperdiciamos nuestro potencial metidos en las cobijas cuando podríamos estar allá afuera, pintando la nueva capilla Sixtina o desarrollando el nuevo tetris.


Plantando un árbol, haciendo reír a un niño en el parque o tan solo pintando tu casa (o de preferencia la mía, me da flojera hacerlo). Sin embargo estamos ahí acostados o sentados leyendo el blog de un sujeto perezoso. 


Si nos levantáramos a barrer un poco como Beppo ¿Cómo sería de grande la calle que dejaríamos limpia?

*Personaje prestado de la novela Momo de Michael Ende

sábado, 5 de enero de 2013

Society, you're a crazy breed

"Después de los primeros estupores y descubrimientos, la relación con Rocío se había normalizado. La verdad es que Javier no servía para estar sin mujer. Siempre había sentido, alternativamente, la necesidad de la soledad y la necesidad de la mujer, dos requerimientos que casi siempre se habían cruzado en su vida, provocándole más de un desconcierto. Ahora, sin embargo, la situación era inmejorable. De Lunes a Jueves disfrutaba de su soledad, y el viernes, cuando empezaba a añorar a la mujer, no cualquier mujer sino a Rocío, se encontraba con ella, en tanto que el lunes, cuando comenzaba a echar de menos su soledad, regresaba a su casa, para compartir su retiro con Bribón. Un vaivén perfecto"
 Mario Benedetti, Andamio 25



Quiero lector:


Por esta ocasión me dejare de tuteos y trataré de romper  “la cuarta pared”.


¿Alguna vez te has sentido en esta contrariedad? ¿Has tenido que decidir entre tu compañía perfecta o la meditación?


Si respondiste sí, perfecto, quiero seguir conversando contigo. Si la respuesta fue no, pues sigue leyendo que quiero conocerte mejor.


¿La soledad es tan grave?


Quiero decir. Las personas que deseamos estar solas y alejadas del mundo ¿tenemos problemas?


Toda la vida a este humilde narrador, le han contado sobre lo sociable que es la humanidad. Sobre la importancia de la sociedad en el psique de una persona. Y bueno, lo es. Realmente lo es.


Pero, el yo, ese yo con quien hablo cuando estoy a solas. Ese yo, con quien, al igual que usted mi apreciado, asumo supuestas conversaciones para conocerlo mejor. A quien le hago los mejores halagos y los peores insultos. En este mundo tan conectado ¿Dónde puedo conversar con él?


Bueno, se los juro. Un blog es excelente para eso.


Pero vamos, ¿o es que estoy hablando solo? Díganme ¿cómo tienen charlas en la silenciosa soledad?


Mis zonas favoritas para tener estas pláticas, llenas de majaderías y demás, son los bosques y las salas de espera de las terminales de transporte, es decir el metro, aeropuertos, etc.  Me parecen los lugares más solitarios que existen. Más los segundos.


Aunque, a la naturaleza, querido lector, le gusta recordarte lo bueno que es estar acompañado. Vas por ahí viendo a los árboles, los animales y demás seres vivos, cooperar en sus redes metabólicas para ayudarse a crecer, fornicar y esas cosas que los hace seres vivos.


Las terminales son lo contrario. Entre tanta gente yendo y viniendo, entre tanto aparente caos, ahí reside la soledad. Al menos la mía. Sentirse dentro de algo pero ajeno a ese algo. Saber que ninguna de esas personas podría definir mi historia y ni yo las de ellos, y por tanto, soy el único que puede describir o definir mi historia. Sin nadie alrededor que este ahí para decir si vas en la dirección correcta. Solo tú.


¿Tú qué crees? ¿Debería querer estar los 7 días con Rocío? O sentarme a jugar con el viejo Bribón y ver a la marea ir y venir, cómo diciéndome: No los necesitas más.

viernes, 4 de enero de 2013

Your meme was wrong


¿Ser fiel ya solo es una moda? Esto me lo he preguntado muy a menudo. Ser fiel, no solo a otra persona sino serte fiel a ti mismo, a tus ideales y esas cosas.

Esto quizá sea un poco pesado.

Hay que respetar, lo sé, no tengo ningún inconveniente con que una persona quiera salir con alguien que no sea su pareja, cada quien su base ideológica.

Hace unos años, luego de que un amigo se sintiera bastante mal por engañar a su entonces novia con una ex-novia , alguien me perturbo por la forma en que llego a consolarlo:  “No importa que lo hayas hecho, después de todo somos jóvenes y es momento de disfrutar la vida”.

No fue la idea, fue la imposición de la idea. Sí, nosotros éramos jóvenes (yo 17 y mi amigo 18), pero ¿porque diantres esa es una razón que justifique nuestras acciones? Mi amigo realmente se sentía mal, él creía bastante en la idea de fidelidad y no hacía daño a nadie por ser fiel a esa idea… bueno, más que a él mismo en ese momento.

Algunos argumentos que he oído contra la fidelidad es que se trata de una idea obsoleta, ya saben, sí podemos darle felicidad a muchas personas ¿por qué negársela? Y cosas así. Vale, esa es una forma de pensar, pero tampoco es nueva, mucho menos algo innovador o mejor.

Mucho tiene que ver la idea que tenemos por matrimonio y la estrecha relación que le damos con los funerales. Pero en lo particular me parece un error creer que el matrimonio o la fidelidad son cárceles. Después de todo, el único y verdaderamente pre-requisito que tiene un matrimonio es que la pareja se sienta con suficiente disposición a serle fiel el uno al otro.

Si te casaste con alguien y no te sientes a gusto, culpable a ti por no pensar bien las cosas, no a la idea de fidelidad.

Nótese que uso de manera indistinta los términos Matrimonio y Fidelidad. Sé que no son necesariamente lo mismo, pero creo que solo varían en su temporalidad: el primero es para siempre, el segundo es solo indeterminado.

Pero “¿y los ideales a’pa? A chinga mijo ¿cómo que los ideales? Pues sí pa, nuestras ideas, nuestras utopías ¿también les soy fiel o les pongo los cuernos? No sea pendejo mijo, o se piensa así o se piensa ‘hazi’” Me sorprende que castiguemos tanto no serle fiel a los ideales y no serlo con las personas (hablo en un sentido más amplio que el sentimental). Por poner un ejemplo, la guerra civil de muchos países, si se quiere ver de esta forma, enfrento a hermanos contra hermanos. A veces hermanos de sangre y otras veces solo en sentido figurado, pero hermanos. Hermanos que alguna vez se juraron lealtad.

Serle fiel a una mujer, a algunos hombres les ha costado la vida. Serle fiel a una idea, le ha costado la vida a pueblos enteros.

¿Son realmente tan importantes las ideas?

miércoles, 2 de enero de 2013

The Lord Of The Hobbits


La semana pasada vi El Hobbit. No es una gran película ni tampoco una porquería. Claro, que no es una gran obra del señor Peter Jackson pero seguro que sí es una gran adaptación (como lo es la Trilogía del Señor de los Anillos, que en lo personal, las prefiero en celuloide que en tinta). Digamos que está en nivel “dominguera”, qué es mejor que Palomera.

Lo cierto, es que al verla… al ver al señor Frodo Bolsón y su viejo tío recordé porque no me puedo permitir ver esas películas acompañado de alguien más.

La verdad, y esta es la razón por la que tanto cariño tengo a las películas del Señor de los Anillos, es que toda la primer trilogía la vi acompañado de mi primo Marcos. En verdad que éramos fans. Recuerdo que poco antes de que se estrenara El Retorno del Rey, ambos vimos un programa de televisión donde mencionaban que Las Dos Torres tenían 158 errores cinematográficos en su edición final. En algunas era la cantidad de orcos que aparecían y desaparecían en cuestión de cuadros o la posición del brazo de algún personaje que cambiaba mágicamente de un cuadro a otro.

Y como buenos pre-adolecentes que éramos en aquellos años, tomamos sus películas piratas en calidad “grabamos esta película con una 8mm en un cine de mala muerte, sin tripie y ambientación de niños llorando porque muere Gandalf”. Al final, luego de varias horas de análisis profundo, localizamos (lo recuerdo bien) 145 errores. Era toda una hazaña y lo sigue siendo para mí.

Fueron buenos años que no volverán, pues desde hace poco más de 4 años la residencia permanente de mi primo esta algunos metros bajo tierra. Era como mi hermano mayor, de esas personas que te alegran mucho la vida y… bueno, era como un hobbit. No le importaban mucho las grandes riquezas siempre y cuando tuviera paz en su vida. Luego de que ese “incidente” sucedió, vaya, pues muchas cosas cambiaron.

Comencé a fabricar y vender El Nahual Errante para de alguna forma honrar su memoria. Hice y deshice historias en improvisación por el mismo motivo y concentre mi fuerza para llenar el vacío que había dejado en mi vida, llenarlo de historias, ajenas y propias, de voces, de tonos y colores, muchos de los cuales sabía, solo iba a ver en mi imaginación (cara de bob esponja y arcoíris).

No fue hasta este año, una semana antes del que debiera ser su cumpleaños veintitantos, que visite su tumba. Uno desearía que estas cosas fueran más sencillas como en las películas o los libros. No es así. Es un proceso lento. Para mí, fueron varios años de acumular cierta tristeza que contuve el día de su entierro por, ya saben, tratar de verme fuerte.

En fin, la semana pasada vi El Hobbit. Les recomiendo verla, porque será trilogía y seguro hasta un crossover con King Kong en el cielo personalizado del Dragón muerto en la parrilla de alienígenas come hamburguesas hay.

A second opportunity to live

Lo primero que deberíamos hacer el día después de ingerir bebidas alcohólicas es revisar nuestro celular. Mensajes de internet, llamadas, sms, correo electrónico, fotografías, vídeos y de preferencia, también el contenido de los celulares de aquellas personas con quienes pasamos la noche.

Pueden ocurrir un par de cosas. La primera, que no haya pasado nada, que no exista evidencia de cualquier cosa que haya podido ocurrir. Pero seamos sinceros, siempre hay evidencia. Así que, suponiendo, hay fotos comprometedoras tuyas ya sea en vestido de novia o besando un perro, bailando el Gamgam style o alguna de esas cosas. Vale, no te preocupes, a todos les ha pasado y no tienes de que preocuparte, fotos y vídeos siempre pueden convertirse en una rica fuente de bromas y buenos recuerdos.

Lo más complicados son las llamadas telefónicas y los sms, más lo primero que lo segundo. Sí mandaste un mensaje comprometedor existen cientos de pretextos de diferente calidad para poder zafarte del asunto, dependiendo claro de que tanto te quieras zafar. Por ejemplo decir “ah ¿te lo mande a ti? No me di cuenta, perdón, estaba ebrio” o “Disculpa, los idiotas de mis amigos me quitaron el celular y lo mandaron”, suelen ser buenos pretextos. Y tienes ventajas: sabes lo que dijiste y a quien se lo dijiste.

Las llamadas son asunto diferente porque todo está en tu contra. No puedes estar seguro de qué dijiste o aún peor, de qué te contestaron. No puedes decir simplemente que estabas borracho porque, es obvio que lo estabas desde 2 segundos después de que te contestaran. Ahora piensa, si pudo no ser tan grave: tal vez simulaste tu sobriedad con suficiente talento como para haberla librado. Sin embargo, a mi parecer, debes ser valiente y volver a marcar y poner en claro las cosas. Así con todo. Digo, si encontraste una foto besándote con una llama, pues asegúrate de que no le hayas infectado alguna enfermedad.

Todo esto viene a que, siendo 2 de enero los únicos tópicos en internet son feliz año nuevo y empecé el nuevo año crudo. Por la madrugada de ayer ya podía ver a varias personas subiendo fotos a Facebook y twitter. Y medite un rato sobre las veces que me sucedió eso. Fueron pocas y por suerte solo fueron mensajillos de amarganuez dirigidos a una sola y comprensiva persona. Y esta vez digo comprensiva porque al parecer aquellas ocasiones coincidimos en no encontrarnos en nuestros cabales, así que, lo que pudo ser una doble vergüenza, solo fue un mutuo acuerdo de tú no dices nada si yo no digo nada, ok.

No quiero decir que me pase muy seguido, pues en realidad no soy un frecuente compañero de las bebidas alcohólicas y en caso de encontrar su divertida compañía, procurar no tener crédito o acceso a algún punto Wi-Fi que me de la mínima posibilidad de hacer alguna estupidez y además, subirla a internet. Después de todo, he llegado a ver mis límites en cuanto a idiotez ebrio

martes, 1 de enero de 2013

The Same Old Story

Hace 5 años que empecé a publicar un blog y hace alrededor de dos años deje de escribir de manera frecuente en él. Razones me sobran para haberlo dejado, la principal es que luego de 5 años uno cambia. El tiempo te cambia, te erosiona en lugar de pulirte y parafraseando a Quentin Tarantino, te amargas como el vinagre en lugar de endulzarte como el vino.

Pero ¿porque volver a hacer un blog?

Vaya, pues lo ideales que perseguía el blog pasado ya no son válidos para mi forma de pensar. Además esta vez, esto es personal. Me he llenado de deseos, de cuentos y bastantes chistes, pero sobre todo deseo ser sincero conmigo mismo y deseo poder decir con palabras todo lo que siempre callo.

Special Day

31 de diciembre de 2012, a una hora de que el huso horario +13 de una renovada vuelta por el eje solar, convergen varios pensamientos en mi cabeza. Como no puede ser de otra manera, uno de ellos es de tristeza por el año que se fue, por el coloquialmente llamado “hubiera es igual a que pendejo soy”, pues debí hacer muchas cosas diferentes, cosas que ahora mismo me tendrían más calmado.
La verdad, me siento fulminado, cual combi hippie sin hippies, sin pinturas y sin gasolina para viajar. Por muchos años, varias depresiones que sucedieron en mi personalidad, ocasionadas o no por ese coctel llamado adolescencia, fueron ese combustible para seguir adelante. No sé, quizá he madurado, pero ya no puedo hacer eso, al contrario, me pesa, me asfixia saber lo verdaderamente tonto que llegué a ser, el resultado: estoy deprimido.

Lo acepto, es patético. No me agrada. Al principio de la negación busqué otras posibilidades a mis síntomas: cansancio, falta de alegría por la vida, ausencia de sueño y apetito, aumento de peso, una crisis que me obligo a ver un maratón de películas de terror y luego una crisis que me hizo ver toda la sección “comedia romántica” de Netflix. Un candidato fue la falta de azúcar. Ya me ha pasado pues soy propenso a no comer azucares más que en frutas. Es bien sabido (y sí no, para eso está Wikipedia y la NIH). Lamentablemente para mí, el azúcar es uno de los principales motores de la satisfacción, así que decidí comprar más dulces. Vale, que me sentí más eufórico, pero no mejor.

Una solución más acorde a todos mis síntomas y menos fantasiosa fue el ejercicio. Desde hace un año y medio soy un burócrata y estudiante, ambos en campos de la computación, por lo que en un día laboral, paso más de 12 horas sentado. Aumente de peso, comencé a cansarme más, el sobre peso causa ansiedad y falta de sueño, todo encajaba. Así que comencé a correr en mis horas libres de la escuela. El resultado, por muy satisfactorio que fuera, solo consiguió hacerme conciliar el sueño y facilitarme el conseguir asiento en el metro por las mañanas.

Pero ¡el sueño! ¡Eureka! Eso debía ser, no hay otra explicación. La falta de sueño trae un incremente en el peso, combinado con una dieta de burócrata politécnico (tortas, tacos, garnachas, etc) provocaría todos mis síntomas. Gracias fisiología todo poderosa que nos da una pizca de esperanzas, porque claro, es más fácil eliminar una mala dieta y acoplar los horarios para poder descansar mejor.

Lo triste, es que la navaja de Ockham acertó con precisión cuántica, y la raíz de mi depresión no estaba en la comida o mis horarios. O tal vez sí. La verdad, es que a mi comida le hacía falta compañía, lo mismo que a mí horario. Entre otras cosas. Por ejemplo, en mi país este fue un año de elecciones y mi universidad se fue a una muy necesaria huelga por razones que no comprendía del todo bien y que en definitiva no eran las más correctas o urgentes; y eso me tenía con los nervios destrozados: oír todos los días discusiones sobre que usar tal o cual colonia era más o menos imperialista, descubrir la manera en como ciertos humanos pueden hablar usando más veces la palabra “compañero” que verbos en sus oraciones, darse cuenta de lo cierto qué es eso de qué las asambleas son criaturas que solo comen más de lo que dicen estupideces. Qué si Marx, que sí la revolución es una guerra santa versión 2.0, que si no propones no critiques, que la conciencia, que tantas y tantas cosas que demuestran lo inculto e iletrado que es mi querido México. No quiero decir que yo sea más culto, al contrario, considero que no entender la mitad de las cosas de las que acabo de hablar me debería dar el título de alumno con secundaria terminada. En fin, la política, en general, da mucho asco.

Y por otro lado, el ámbito académico siempre tienes sus subidas y sus bajas, este año subí y subí hasta no poder subir más para entonces, y esto lo digo tratando de justificarme un poco, caerme con lujo de peso. Vaya, usando la economía del lenguaje, este último semestre me fue del carajo. Con la hermosa salvedad de mi Tesis, en cuya actividad tengo a los mejores compañeros que pude haber deseado y que me han ayudado en todo. Les hago mención de honor a Marquito, Sergio, Gabrielito y Paquito, por hacer de este final de año algo de lo que realmente no me puedo quejar. Esa es mi situación. El propósito de este blog es servir como archivo pseudo vivo de como resuelvo esta situación, y puesto que hubo quejas internas en el blog pasado, las cuales comprendo perfectamente, pues decidí crear uno nuevo. Sí alguien va a leerlo, no lo sé, esperaría que sí.

Y sí alguien está leyendo esto, pues, dejando los tuteos a un lado porque estamos en confianza, te lo agradezco mucho. Para concluir, quisiera decir exactas diez y siete palabras: “¿Qué le dijo una mandarina a un coco después de beber? ¡Por favor, ten mis semillas!” ¡Claps!.