miércoles, 2 de enero de 2013

A second opportunity to live

Lo primero que deberíamos hacer el día después de ingerir bebidas alcohólicas es revisar nuestro celular. Mensajes de internet, llamadas, sms, correo electrónico, fotografías, vídeos y de preferencia, también el contenido de los celulares de aquellas personas con quienes pasamos la noche.

Pueden ocurrir un par de cosas. La primera, que no haya pasado nada, que no exista evidencia de cualquier cosa que haya podido ocurrir. Pero seamos sinceros, siempre hay evidencia. Así que, suponiendo, hay fotos comprometedoras tuyas ya sea en vestido de novia o besando un perro, bailando el Gamgam style o alguna de esas cosas. Vale, no te preocupes, a todos les ha pasado y no tienes de que preocuparte, fotos y vídeos siempre pueden convertirse en una rica fuente de bromas y buenos recuerdos.

Lo más complicados son las llamadas telefónicas y los sms, más lo primero que lo segundo. Sí mandaste un mensaje comprometedor existen cientos de pretextos de diferente calidad para poder zafarte del asunto, dependiendo claro de que tanto te quieras zafar. Por ejemplo decir “ah ¿te lo mande a ti? No me di cuenta, perdón, estaba ebrio” o “Disculpa, los idiotas de mis amigos me quitaron el celular y lo mandaron”, suelen ser buenos pretextos. Y tienes ventajas: sabes lo que dijiste y a quien se lo dijiste.

Las llamadas son asunto diferente porque todo está en tu contra. No puedes estar seguro de qué dijiste o aún peor, de qué te contestaron. No puedes decir simplemente que estabas borracho porque, es obvio que lo estabas desde 2 segundos después de que te contestaran. Ahora piensa, si pudo no ser tan grave: tal vez simulaste tu sobriedad con suficiente talento como para haberla librado. Sin embargo, a mi parecer, debes ser valiente y volver a marcar y poner en claro las cosas. Así con todo. Digo, si encontraste una foto besándote con una llama, pues asegúrate de que no le hayas infectado alguna enfermedad.

Todo esto viene a que, siendo 2 de enero los únicos tópicos en internet son feliz año nuevo y empecé el nuevo año crudo. Por la madrugada de ayer ya podía ver a varias personas subiendo fotos a Facebook y twitter. Y medite un rato sobre las veces que me sucedió eso. Fueron pocas y por suerte solo fueron mensajillos de amarganuez dirigidos a una sola y comprensiva persona. Y esta vez digo comprensiva porque al parecer aquellas ocasiones coincidimos en no encontrarnos en nuestros cabales, así que, lo que pudo ser una doble vergüenza, solo fue un mutuo acuerdo de tú no dices nada si yo no digo nada, ok.

No quiero decir que me pase muy seguido, pues en realidad no soy un frecuente compañero de las bebidas alcohólicas y en caso de encontrar su divertida compañía, procurar no tener crédito o acceso a algún punto Wi-Fi que me de la mínima posibilidad de hacer alguna estupidez y además, subirla a internet. Después de todo, he llegado a ver mis límites en cuanto a idiotez ebrio

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