viernes, 11 de diciembre de 2015

Día 29: Una historia en el espacio

 Campo de Golf Nadia Naul Nerdud

—Eh tú, ni te creas que he perdido porque sea bueno o algo así —Dijo Gonoblin Tantios
—No lo creo camarada, has hecho un gran esfuerzo.
—No me vengas con tu misericordia, es el puto Tee que no se ajusta a las botas de mi mecha y que jode mi swing.
—A mi no me vengas con eso, aquí en el Nadia Naul Nerdud es diferente. Yo te conozco ¿eres de esos que destruían edificios cuando el tiro les salía mal no?

Este argumento, aunque probablemente válido en 90% de las contiendas golfisticas, resulta del todo incómodo. Y es que verán, en el año 2064 la población humana llegó a un máximo, le siguieron 10 años de arduo trabajo para garantizar el acceso a viviendas dignas para todos los habitantes y luego otros 40 de reducción de la población por todos los medios: guerras, xenofobia, preservativos, orgías controladas por el estado, castración racial, pero finalmente, la mejor solución fueron los Robots Waifus.

Esto produjo que hoy en día, año 2150 hubiera decenas de ciudades desiertas y cientos de multimillonarios aficionados al anime, que habían heredado sus fortunas de cuatro generaciones de millonarios que se casaban entre ellos y también eran aficionados al anime. Esta extraña combinación produjo que el Mecha Golf fuera el deporte predilecto de estos nuevos caballeros de la sociedad y que ellos, a su vez, usarán las ciudades desiertas como campos de mini Mecha Golf. El problema fue que según organizaciones humanitarias, muchos de los edificios que eran destruidos por las bolas, eran aún habitados. Así que muchos golfistas eran considerados maníacos homicidas.

—A mi no me hables así ¿sabes quien soy? Soy el puto amo, el señor de todo lo que ves. Soy Gonoblin Tantios.
—Pues mire usted, señor "Gonoblin", mister Tantios no hubiera dado esos golpes de novato. Yo no soy ningún profesional como para poder ganarle a un campeón de la humanidad como el señor Gonoblin. Pero viendo que usted es uno de esos papanatas que busca cualquier pretexto para no aceptar su derrota, me marcho.

Una mano en el hombro de Gonoblin lo detuvo de iniciar una pelea a golpes. Era su hermana, Fedoral.

—No eres malo, eres viejo. Aunque esos sean Mechas de última generación, no será lo mismo. Nunca.
—Pero…
—Puede que estemos en la Luna como si fuera un domingo cualquiera, pero la juventud ya no es un lugar al que puedas pagar para visitar.

Gonoblin asintió y se volteo para abrazarla. Era campeón de Mecha Golf y Mecha Crikett, acostumbrado a ser reconocido por todos en todos lados, a ser el centro de un movimiento pro humanidad. Pero eso ya había quedado en el pasado. Había que aceptar que aún en el futuro, el futuro de todos es el mismo.

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